SEXTO SENTIDO ANIMAL, ¿NATURAL O PARANORMAL?

El sexto sentido podría ser definido como una capacidad o sentido "extra" para intuir cosas, sin tener que relacionar esto con una capacidad paranormal. Es una sensación difícil de explicar porque se aleja del proceso de información racional que todos comprendemos; ya que al intentar definir el medio por el que empleamos esta capacidad extra, ninguno de nuestros cinco sentidos reúnen las condiciones para que esta capacidad intuitiva surja de ellos y por eso se le llama sexto sentido.

Muchos estudiosos de este "sexto sentido" defienden que hay dos tipos: uno relacionado con la mente y otro, derivado de la mente, relacionado con el cuerpo. A muchas personas a veces se les ha puesto la piel de gallina ante la presencia de una persona que nunca jamás ha visto, ésto es por ejemplo un caso de sexto sentido corporal (que, repetimos, no podría considerarse el sentido del tacto porque en su origen surje de nuestros procesos mentales).
El famoso "sexto sentido" ha suscitado todo tipo de opiniones variopintas entre los estudiosos. Mientras que, tristemente, es empleado por los psíquicos, mentalistas y defensores de lo paranormal como un arma más para engrosar su charlatanería, los científicos han intentado explicar específicamente a que nos referimos exactamente con este "sexto sentido". Un grupo de científicos de la Universidad Washington de St. Louis, realizaron una serie de experimentos con varios jóvenes y llegaron a la conclusión de que el sexto sentido existe realmente y se encuentra ubicado en la corteza cingulada anterior del cerebro, en una región intermedia entre los dos hemisferios.

Es un área definida y activa del cerebro que actúa como un sistema de alarma que nos advierte cuando alguna cosa no va bien o cuando nuestras propias acciones pueden llegar a comprometernos, llegando a ponernos a salvo de los peligros. Es el sistema mas efectivo que tenemos en todo nuestro cerebro para cumplir esta misión de protector de situaciones con incertidumbre. Es, por así decirlo, el que nos hace llegar a decir a veces: "Tengo un mal presentimiento con esto...".

La corteza aprende a sentir el engaño y se pone en acción advirtiendo a la persona para que cambie de inmediato su comportamiento . Este cambio no lo notamos completamente de forma consciente pero variará nuestra forma de actuar. La zona de la corteza cingulada relacionada con "el sexto sentido" está afectada, en algunos casos, en enfermedades como la esquizofrenia y o los comportamientos maníacos u obsesivo-compulsivos, provocando una hiperactividad en esa zona, lo cuál explicaría por qué estos individuos ven peligros o conspiraciones donde no las hay.


EL SEXTO SENTIDO EN LOS ANIMALES
Los animales poseen un extraordinario desarrollo de sus facultades perceptivas, que les permiten ver lo que los humanos ni siquiera intuyen. Es mas que sabido que los animales empiezan a tener comportamientos extraños antes de que se dé un seísmo. La duda hasta hace poco era cuál era el motivo por el qué los animales eran capaz de detectar naturalmente los terremotos. La explicación no queda muy lejos de la realidad, y no hay que apoyarse en teorías paranormales para explicar por qué, por ejemplo, los gatos empiezan a maullar intensamente antes de un seísmo. Los sentidos de la mayoría de los animales están mucho más desarrollados que los del hombre.

Por poner ejemplos, los perros tienen 40 veces más células olfativas que los humanos, además de un oído muy fino insertado en unas orejas que son capaces de orientar al foco atencional. Otros animales como los reptiles, tienen una sensación del tacto mucho mas desarrollada que la nuestra, pudiendo notar la más ligera variación de temperatura sin mucho esfuerzo. Quizás esto nos ponga en una situación desventajosa en el reino animal, del cuál , queramos o no, formamos parte; pero tenemos que aceptar que la evolución es la misma para todos, por lo menos hasta que la genética no se desarrolle un poco más. Ha sido nuestro cómodo estilo de vida en los últimos siglos lo que nos ha permitido prescindir de algunos sentidos que, si hubiésemos evolucionado de otra manera mas "natural" podríamos tener muy desarrollados. Es, por así decirlo, el precio que pagamos por vivir en torno al desarrollo inteligente.
Por otro lado, como ya hemos dicho, existen aquellos que relacionan este "sexto sentido" animal con lo paranormal. Un ejemplo histórico que los creyentes reafirman, es el comportamiento del gato del ex-presidente Winston Churchill. En su lecho de muerte, siendo atendido por sus médicos, su gato siempre le acompañaba. Una noche cuando parecía que Churchill se había recuperado y estaba fuera de peligro, su gato empezó a maullar durante toda la noche. A la mañana siguiente, Churchill había muerto. La leyenda dice que su gato presintió su muerte. Películas como Ghost, en las que el gato de la pareja protagonista era capaz de ver a los muertos, también sirvieron para alentar esta teoría del sexto sentido paranormal. Nada mas lejos de la realidad.

Un experimento para estudiar la causa de que las palomas vuelen asustadas previo a la ocurrencia de un terremoto fue llevado a cabo en China. A un grupo de palomas les fue extirpado el corpúsculo de Herbst. (órgano sensitivo para captar vibraciones). Durante el tiempo en el que el experimento se llevó a cabo ocurrieron 3 terremotos. Las palomas del grupo extirpado fueron incapaces de preveer el terremoto mientras que los grupos de palomas que no estaban extirpados volaron en estampida antes del seísmo.
Otros experimentos realizados a serpientes han sugerido que el aumento de la temperatura en la tierra antes de un seísmo es la causa de que estos reptiles huyan de sus escondrijos y busquen zonas mas altas.

Definitivamente, parece mas que evidente que los animales disponen de mecanismos biológicos que le permiten obtener información con antelación a la ocurrencia de un terremoto. Esto nos aporta un gran rango de estudio para la creación de sistemas de detección que puedan predecir los movimientos sísmicos, pudiendo salvar de esta forma miles de vidas humanas y evitar catástrofes como la de Haití.