jueves
KEVIN CARTER Y EL PEOR ERROR DE SU VIDA
Kevin Carter fue un reportero gráfico nacido en 1960 en Johanessburgo (Sudáfrica). Desde los 23 años Kevin se introdujo en el mundo de la fotografía, primero en un periódico deportivo, y después de las revueltas causadas en 1984 a causa del apartheid, en un periódico dramático. El éxito de su equipo (Ken Oosterbroek, Greg Marinovich, Joao Silva y él) era que cubrían noticias en situaciones de guerras nacionales realmente peligrosas, en las que sus vida corrían un gran peligro. Este tipo de trabajos eran muy peligrosos y generalmente solo eran llevados a cabo por algunos periodistas negros. En el equipo de Carter, los Bang Bang Club, todos eran blancos. Si algo en la vida de Carter le influyó, tanto para bien como para mal, a lo largo de su vida, esto fue la famosa foto de la niña Sudanesa que realizó en Darfur, mientras cubría una guerrilla junto a su compañero de trabajo Joao Silva.
La foto se hizo en Darfur en Marzo de 1993, y los datos reales son algo confusos, ya que en parte vienen de lo que el propio fotógrafo contó. Kevin Carter visitó la región para hacer un reportaje sobre el movimiento rebelde que se estaba dando, pero al llegar y encontrarse con tal nivel de pobreza y hambre, comienza a fotografiar a las víctimas. En la aldea de Ayod encuentra a la niña, de unos 5 años, que va de camino a un centro de refugiados. Tras tomar varias fotos observa como la niña se para a descansar, y un buitre se para a su lado, esperando a que la niña fallezca. Según la historia del propio Carter, después de tomar varias fotos y esperar unos veinte minutos para tomar alguna toma aún mas dramática, ahuyentó al buitre y cuando la niña continuó su camino se alejó del lugar, hasta llegar a la sombra de un árbol, en la que se puso a llorar.
El 23 de marzo la foto apareció publicada en el New York Times y en mayo de 1994 recibe en Nueva York el Pulitzer de fotografía. Su carrera parecía venirse arriba con el generoso contrato que acepta de Sygma, la mejor agencia de fotografía del mundo. Sin embargo la dichosa fotografía y la dura crítica que provocó, le seguía de cerca. También varios trabajos fallidos, y la muerte de su compañero Ooesterbroek en un tiroteo en Tokoza que estaba cubriendo, le afectaron muchísimo. Dos meses después de la muerte de su amigo, a los 33 años de edad, se suicidaba frente al río donde jugaba de niño, enchufando una manguera al tubo de escape.
Terminaré diciendo una frase textual de Carter acerca de la famosa foto,que definiría muy bien toda su vida:
“Es la foto más importante de mi carrera pero no estoy orgulloso de
ella, no quiero ni verla, la odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado
a la niña”
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