domingo

LA GUERRA DE MALVINA ULTIMA PARTE


A partir de los hechos y de las opiniones de los actores resulta fácil visualizar esta circunstancia como una en la que un país en formación reclamaba como propio un territorio cuya situación aún no se había resuelto plenamente. Gran Bretaña y España se habían enfrentado por las islas en el siglo anterior, aunque la primera no consideró que valieran una guerra. Con la desaparición de España de la escena y su reemplazo por un estado en formación y por lo tanto frágil, con títulos débiles, y contando con el apoyo de los Estados Unidos, fue sencillo reclamar nuevamente el territorio para si, sin arriesgarse a un enfrentamiento serio. Así, "el título fue transferido a Gran Bretaña porque ésta conquistó las islas y ha mantenido sin interrupción su control sobre ellas".
Con respecto al desarrollo de éstos acontecimiento, algunos autores, como Gustafson, agregan que, históricamente se critica a los Estados Unidos por no haber aplicado la Doctrina Monroe frente a la acción británica de enero de 1833. Sin embargo, la inacción norteamericana parece demostrar que éste país consideraba al territorio de las islas no como una nueva colonia. Para Metford, esto demostraría también que los Estados Unidos nunca tomó en serio los reclamos argentinos. Los analistas norteamericanos también sostienen que los Estados Unidos considera a la doctrina Monroe como una declaración de política a la que puede renunciar unilateralmente. Otras explicaciones de índole más pragmática pueden ser, por una parte, que el interés vital de los Estados Unidos al enunciar dicha política estaba en la parte norte de hemisferio y, por otra, el poder de disuasión que poseía la Royal Navy.
En las Naciones Unidas
El 14 de diciembre de 1960, las Naciones Unidas aprueban la resolución 1514, que establece que "todo el intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país, es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas".
En 1962 se crea el Comité de Descolonización, que incluye a las Islas Malvinas en la lista de territorios a descolonizar.
En el año 1965, los derechos y los intereses de la República Argentina logran un categórico reconocimiento en la ONU. Contra lo que pretendía Gran Bretaña, la Asamblea General, por Resolución 2065 (XX) "toma nota de la existencia de la disputa acerca de la soberanía" sobre las Islas, y establece que las Islas Malvinas no pueden ser descolonizadas por la "autodeterminación". O sea, no es válido en las Malvinas el pronunciamiento de la población importada a ese territorio por los británicos, luego de que sus tropas la usurparan en 1833 por la fuerza y dispersaran a la población argentina. Por consiguiente, se reconoce que las Islas Malvinas constituyen un "caso especial" y que para su descolonización deben ser atendidos no los "deseos" sino los "intereses" de sus habitantes. Igualmente, invita esa Resolución a los- gobiernos de la Argentina y del Reino Unido a proseguir "sin demoras" las negociaciones dispuestas por el Comité encargado de la situación de territorios colonizados.

Entretanto, la Argentina acude a partir de esos mismos años en ayuda de la población malvinense: construye en las Islas el único aeropuerto que todavía hoy existe, establece el único servicio aéreo de pasajeros y carga (que une la capital del Archipiélago con la ciudad continental de Comodoro Rivadavia y a ésta con Buenos Aires), y extiende su acción civilizadora a otros campos de actividad.
También debe destacarse que las Naciones Unidas tomaron debida nota de los esfuerzos realizados por la Argentina para dar cumplimiento a sus Resoluciones, así como de la actitud británica, absolutamente negativa. Una tediosa serie de negociaciones bilaterales a lo largo de los últimos 15 años, no arrojó progreso alguno. Cabe consignar como un hecho indicativo más del incuestionable derecho argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas, la Resolución del Bloque de No Alineados, que con el apoyo unánime de sus miembros en el año 1979, declaró explícitamente que las Islas Malvinas son argentinas y reclamó que Gran Bretaña las restituyera a sus legítimos dueños.
En 1976, el Comité Jurídico Interamericano, de la Organización de Estados Americanos (OEA) reconoció a la Argentina "el inobjetable derecho de soberanía sobre las Islas Malvinas", declaración que hizo suya la Asamblea General del organismo continental.
Estas declaraciones de prácticamente las tres cuartas partes de los países del mundo, indican que si la situación producida por la política colonialista y de usurpación del Reino Unido fuera sometida al voto de la Asamblea General de la ONU, el fallo de la comunidad internacional daría la razón a la actitud de la República Argentina que los días 2 y 3 de abril de 1982 ocupó las Islas.

Resumen y conclusión: Hemos visto que el descubrimiento de las islas no ha sido establecido aún claramente. Hasta ahora es posible afirmar que en el año 1600 una parte de sus costas fue avistado y señalado por navegantes holandeses (Sebald den Weert). Sin embargo, según la donación Papal (Bula) todas las islas ubicada en esa región pertenecían a España. Por supuesto que esto no fue reconocido por las nuevas potencias marítimas, ávidas por construir su propio imperio colonial, Holanda y Gran Bretaña. Hasta aproximadamente mediados del siglo XVIII las Islas Malvinas sólo estaban incluidas en el enfrentamiento más global entre Inglaterra y España. La primera intentaba romper la exclusividad de navegación y comercio de la segunda sobre sus posesiones, mientras ésta luchaba para sostener sus derechos exclusivos. Pero fue Francia quien inició la carrera por la ocupación, recién a mediados del XVIII. Es en ese entonces que las Islas se convierten en el foco de atención de la diplomacia anglo-española. Su posición estratégica fue reconocida. El pico de la tensión se alcanza en 1770-71. Pero en 1774 Gran Bretaña abandona Puerto Egmont, aunque sostiene que nunca abandonó sus derechos sobre las islas. España queda, finalmente, en posesión absoluta del archipiélago y establece una estación naval. En 1790, se produce un suceso que tendrá importantes consecuencias para los derechos españoles. A cambio de la libre navegación y comercio en los mares del Sur y la exclusividad de asentamientos en las costas de Norteamérica, con la Convención de San Lorenzo Inglaterra reconoce los derechos de las posesiones españolas en las costas de Sudamérica e islas adyacentes, concepto en el cual se incluía a las Malvinas. De este modo, a lo largo de 47 años (1764-1811) España ocupó ininterrumpidamente las islas perfeccionando sus derechos. Estos eran impecables. Sin embargo, por los movimientos independentistas en América se vio en la necesidad de abandonar dicha posesión, que esperaba fuera temporalmente. Así entran en juego los hipotéticos derechos sucesorios de las Provincias Unidas del Río de la Plata, quien invocando el principio de uti possidetis reclamó la soberanía sobre esos territorios.

Las potencias del momento no estaban dispuesta a reconocer tal derecho, especialmente los Estados Unidos y Gran Bretaña. Para ambas, el abandono de las islas por España las convirtió en terra nullis. Cuando el gobierno de Buenos Aires intentó establecer una colonia y controlar las aguas circundantes, desafiando sus intereses, estas reaccionaron. Pareciera que especialmente Gran Bretaña (una potencia naval con vastos intereses estratégicos) no pudo permitir que un estado joven y casi anárquico ocupara aquel territorio estratégico, que había disputado a España (en su momento una importante potencia) con tanto ahínco. Por lo tanto, aplicando una política de fuerza, esta potencia ocupó un territorio considerado vital para su interés y al que se creía con derecho por su historia (olvidando los acuerdos firmados con España). A partir de ese momento, las Provincias Unidas deberían probar que al territorio lo habían heredado directamente de España. Por la larga ocupación española, el abandono de Puerto Egmont, y la firma de la Convención de San Lorenzo (Nookta Sound) era claro que los derechos ingleses habían sufrido un retroceso. Pero las Provincias Unidas sólo podían oponer el principio de uti possidetis y cinco años de ocupación efectiva, lo cual no era considerado suficiente. Se le sumaba en su contra su convulsionada situación interna, su debilidad externa y la opinión que las "gentes civilizadas" tenían de la población y gobierno del país, al que consideraban bárbaro y proclive a la piratería, por lo cual no se pensaba que merecieran estar sujetos a los principios del derecho internacional.

El atropello norteameamericano
Pese a la reiterada presencia argentina y al decreto del 10 de junio de 1879, cada día era mayor la presencia furtiva de barcos pesqueros y foqueros en las Islas Malvinas, en particular norteamericanos. Así las cosas y ante la evidente infracción y falta de acatamiento de las ordenanzas en tal sentido, el gobernador Luis Vernet procede a detener 3 goletas norteamericanas embarcándose en una de ellas para conducirlas hasta Buenos Aires. La reacción norteamericana es violenta. La fragata Lexington, con asiento en Río de Janeiro, al mando del Capitán Silas Duncan, se presentó en Puerto de la Soledad el 28 de diciembre de 1831, con bandera francesa arrasó las instalaciones y capturó a los lugarientes de Vernet.
Esta acción prepotente motiva protestas argentinas, que conducen a la rotura de relaciones con el país del norte que dura hasta 1844 a pesar la de misión amistosa del general Alvear en 1839. Cuando en 1841, mediante nueva protesta, el gobierno argentino requiere indemnización, el gobierno norteamericano alega que se trataba de una zona despoblada u ocupada por salvajes y que no puede dar satisfacción a la Argentina, pues no esta dilucidada su soberanía, al mantener una disputa con la Gran Bretaña. Esta posición ha sido mantenida desde entonces por los Estados Unidos, que tampoco ha considerado la Doctrina de Monroe al caso Malvinas, a pesar de que dicha doctrina se estableció en 1823, o sea, antes de la ocupación británica.
Tampoco ha reaccionado Estados Unidos ante el hecho de que el archipiélago está dentro de la Zona de Seguridad Americana, establecida en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)
Y hacia 1885, sucumbe en el Trafalgar la flota francesa española batida por la británica al mando de Nelson.
Queda abierta definitivamente la puerta para el avance hacia el "Mar Ibérico" (Atlántico Sur) hasta ahora vedado para los ingleses, que solo tenían acceso irrestricto al "Mar Británico" (Atlántico Norte)
En 1806, Gran Bretaña captura al cabo de Buena Esperanza y en ese año y el siguiente se producen las invasiones inglesas a Buenos Aires. En 1815, cae Santa Elena, y en 1816, Tristan Da Cuhna. Solo faltaban las Malvinas para completar el esquema de puntos de apoyo que Gran Bretaña necesita para el dominio del Atlántico Sur.
En 1829, Lord Aberdden, sostiene la necesidad de apropiarse del archipiélago y lo mismo habría aconsejado el representante británico en Buenos Aires, Woodbine Parish. Entre el 3 y el 5 de enero de 1836 se produce la captura de las Islas Malvinas, por intermedio del capitán Onslow, al mando de la Corveta Clio, sin que Pinedo, pese a protestar, resista.
Los habitantes son tomados y desalojados y el 9 de enero de 1834, Henry Smith inicia la ocupación capturando a Antonio Rivero que en acción aún hoy se discute, ha tomado el control de las Islas el 26 de agosto de 1833.
Ese personaje y sus compañeros son llevados a Gran Bretaña pero no son juzgados por haberse argumentado que los hechos "no ocurrieron en territorio del imperio".
En 1842, luego de dar por cerrado este caso, ante las protestas argentinas, Gran Bretaña establece la administración civil a cargo de Richard C. Moody.
Desde entonces el archipiélago argentino permanece cautivo, con la excepción del período desde el 2 de abril y el 14 de junio de 1982.
a)- Ubicación Geográfica
Las Islas Malvinas forman parte de un Archipiélago en el Océano Atlántico Sur. Tienen una superficie de 11.718 km² con una cantidad de habitantes que asciende a aproximadamente a 2.000 personas permanentes. Esta se encuentran a 550 Km. de la entrada del estrecho de Magallanes y está formado por más de cien islas siendo Soledad y Gran Malvina las mayores. Se encuentran ubicados entre los paralelos 51 y 53 de latitud sur y entre los meridianos 57 y 62 de longitud oeste de Greenwich.
Las dos principales islas se encuentran separadas por 15 kilómetros por el Estrecho de San Carlos. Entre otras islas del archipiélago se encuentran Borbón, Trinidad, Sebaldes, del Pasaje, Goicochea, San Rafael y San José y Bougainville, de los Leones Marinos, Pelada, Jorge y Águila.
La Isla Soledad tiene 4.353 Km2 y la Gran Malvina 6.307 Km2. Es decir, que el resto de las pequeñas islas ocupan sólo 1.058 Km2. La Isla Soledad tiene una longitud de 156 Km. y la Gran Malvina 143 Km.
Su Relieve se puede considerar que es "maduro", ya que las islas están constituidas por formaciones del Paleozoico. Está constituido por planicies, onduladas y cerros redondeados cuya altura media no llega a los 700 metros. Las planicies accidentadas, con asomos rocosos que constituyen el tipo de relieve predominante en las Malvinas, como la muy extensa que forma la parte de la isla Soledad. Tiene un desarrollo de costas, que se eleva a más de 4.000 Km. Posee también grandes bahías alargadas como la Bahía Choiseul, en la Isla Soledad, esta se interna desde la costa oriental hasta acercarse a solo 3 Km. del estrecho de San Carlos. Muchas bahías pequeñas dependientes de las grandes multiplican las formas de la costa.
Su hidrografía consiste en una elevada cantidad de pequeñas corrientes de corto recorrido y de caudal sostenido todo el año, de pequeñas masas de agua, almacenadas en cavidades naturales de las planicies y de ríos de piedra.

Islas Georgias Del Sur
Es un archipiélago formado por la gran isla GEORGIA DEL SUR, también denominada San Pedro desde 1756 por una expedición Española, y los pequeños islotes Willis, Byrd, Annenkov, Pickersgill, Green, Cooper, etc. Están situadas entre el paralelo 54° y 56° Sur y entre los meridianos 35°45' y 38°23' Oeste de Greenwich.

Superficie
La superficie total del archipiélago es de 3850 Km2. Esta compuesto por la gran isla de SAN PEDRO (160 Km. De largo por 30 Km. De ancho aproximadamente) y otras menores que la circundan.
Islas Sandwich del Sur
Se ubican entre los paralelos 56°18' y 58°28' Sur y entre los meridianos 26°14' y 28°11' Oeste. Las principales islas son: Zavodovski (esencialmente volcánica), Leskov, Candlemas, Vindication, Saunders, Montagu, Briltolo, Thule (donde existió una base científica Argentina Corbeta Uruguay instalada entre 1976/77), Bellingsshausen, etc.
Superficie
A manera de media luna, las once pequeñas islas que forman las SANDWICH DEL SUR suman una superficie de 300 Km2.
b)- Población
Los Kelpers, tienen la ciudadanía británica. La mayoría vive en Puerto Argentino (cuyo nombre inglés es Port Stanley) y el resto en granjas o en los islotes del archipiélago. De acuerdo a censos Nacionales realizados en 1980, la población alcanzaba sólo a 1.800 personas, sin contar el destacamento militar permanente que albergaría a unos 4.000 efectivos en la actualidad. Siendo esta una población inestable ya que se desplaza hacia y desde las Islas Británicas. Y su proceso demográfico gira alrededor de las migraciones; de modo que poco influye en las cifras la natalidad y la mortalidad.
La tasa de crecimiento demográfico es negativa desde 1921 con la sola excepción de 1931. Desde esa fecha hasta 1980 la población disminuyó en un 6 por mil anual. La mayor concentración se encuentra en Puerto Argentino ubicada en el extremo nordeste de la Isla Soledad. La población rural (pastores), se halla diseminada en los contornos de las islas. La tasa de masculinidad es similar a la de algunas provincias argentinas (rurales), es decir, elevada, aunque inferior a la de la patagónica. Se estima que se mantiene en 123 varones cada 100 mujeres.

c)- Clima
Su clima es de carácter típicamente oceánico, lo cual puede reconocerse por la reducida amplitud anual de temperatura, la cual oscila durante todo el año entre fresco en verano y frío moderado en invierno. Según los libros investigados, la temperatura máxima media corresponde a un fresco suave, con una máxima absoluta que califican de cálida moderada. Las temperaturas máximas se registran en enero, con una media de aproximadamente 10° C y una máxima de hasta 20° C. Las mínimas tienen lugar en julio, con un promedio de 2° C y 0,5° C. Todas estas temperaturas hicieron que fuera difícil la adaptación del soldado argentino, estando acostumbre a un clima cálido.
Los vientos son del Oeste, Noroeste y Sudoeste y adquieren particularidades de violencia. La humedad relativa es permanentemente elevada, dada el carácter insular marítimo del clima.
Las lluvias son rondan en los 600 mm anuales, distribuidas en moderadas en verano y otoño, escasas en invierno y primavera. Siendo principalmente las persistentes lloviznas.

d)- Vegetación
Su vegetación es como la de bosques subantárticos del sur de Santa Cruz y de Tierra del Fuego. Pero la intensidad de sus vientos impide el desarrollo de árboles. Siendo esta bien densa, constituida por arbustos y pastos en forma de matas, alternando con verdaderas alfombras de color verde grisáceo en el verano y amarillo en el invierno, parecida a una formas arbustiva.
En los terrenos impermeables abundan los musgos, donde se forma la turba, que es el combustible de los isleños. Hay gran cantidad de pastos de poca altura, generalmente duros.
Su fauna pertenece al distrito zoogeográfico patagónico. La fauna es posee en gran cantidad de especies volátiles, terrestres y acuáticas. La variedad de aves, terrestres y acuáticas son grandiosas. Las aves marinas formadas por numerosas especies y son de dos clases, voladoras o no.

e)- Política
Su sistema político es que el jefe de gobierno es el gobernador designado por la Corona británica, quien cuenta con un Consejo asesor de siete miembros. El Poder Legislativo se compone de once miembros, de los cuales solamente cuatro son elegidos por el pueblo. Funcionan, igualmente dos tribunales (La Suprema Corte y el Tribunal Secundario o de Paz) que constituyen el poder judicial.

f)- Economía:
EL MAR que rodea a las islas Malvinas es una rica fuente de recursos. Particularmente importante para la industria local es el calamar, en sus especies Illet y Loligo, cuya captura alcanzó, en 1996, 141.162 toneladas.
Agricultura:
Las difíciles condiciones climáticas de las Islas -ausencia de estación cálida y fuertes vientos- limitan la actividad agrícola al cultivo de cereales altamente resistentes como la cebada y la avena. La gran mayoría de los pobladores se ocupan de pequeñas huertas al aire libre o en invernaderos, donde cultivan productos para consumo familiar.
Ganadería:
La actividad ganadera más importante es la cría del ganado ovino, que se distribuye en las grandes planicies. Además de ser la principal fuente de alimento de los malvinenses, es la base de la producción de lana merino que se exporta a Inglaterra, los Paises Bajos y Japón.
Un territorio prospero:
El producto bruto interno, que asciende a 60.067 dólares per capita, es el más alto de América. Los isleños o kelpers, gozan de un alto nivel de vida.

g)- Recursos naturales:
Las características naturales de las islas, particularmente en cuanto se refiere a clima, obligan a desechar toda posibilidad de hacer agricultura.
Por el momento, sus principales recursos lo constituyen la plataforma submarina y sus recortadas costas, por un lado, y sus praderas de tipo más bien estepario, por el otro.
No posee riqueza forestal, como tampoco posibilidades de crearla mediante plantaciones, por impedirlo el clima.
Por lo tanto, las actividades económicas de la isla giró siempre alrededor de una primaria explotación pesquera y desde fines del siglo anterior, de la ganadería, principalmente ovina.
Como actividades secundarias, mencionaremos la caza de lobos y leopardos marinos, puesto que las islas han perdido importancia como asiento temporario de cazadores de ballenas.
La industria es poco significativa, ya que el grueso de ka producción malvinense se exporta en estado primario y está constituido fundamentalmente por lana sucia, cueros, cebos, tanto de ovinos como de especies de mar. La actividad manufacturera se limita a un frigorífico ubicado en Darwin, una fábrica de bebidas gaseosas y una industria textil que ha comenzado a desarrollarse.
El comercio, tanto interior como exterior, esta monopolizado por la Compañía de la Isla, que es una poderosa sociedad anónima cuya sede central y accionistas residen en Londres. También maneja las finanzas del archipiélago.

h)- Hidrografía:
Falta la presencia de cursos de cierta envergadura. Se caracteriza la elevada cantidad de pequeñas corrientes superficiales de corto recorrido y, si bien existen algunos de caudal permanente, son más numerosos los de circulación temporaria con respecto a aquellos. Su cauce es encajonado y profundo, dificultando, en oportunidades, su vadeo.
La orientación de drenaje no tiene un rumbo definido en la isla Soledad, no así en la Gran Malvina, donde hay una predominancia hacia el Oeste y Nordeste, debido a las condiciones topográficas.
En el centro Norte de la Isla Soledad, el relieve representado por las alturas de Rivadavia juega un papel importante como divisoria de agua. Podemos citar los ríos San Carlos (es el más importante), Pedro Malo, Fitz Roy y Camilla, en general de caudal intermitente.
En la Isla Gran Malvina, los cursos de agua son de menor jerarquía. Entre ellos se destacan los ríos Warrah, Black-Burn, Bull, Piloto y Trullo, todos intermitentes.
Existen, asimismo, una gran cantidad de aguas estancadas, en correspondencia con la naturaleza de los suelos y subsuelos impermeables. La topografía con frecuentes depresiones, el número de días con precipitaciones y una relativamente escasa evaporación, son factores de su desarrollo.
Las aguas estancadas forman, normalmente, lagunas y pantanos. Resulta excepcional que puedan aparecer lagos, aunque algunos se incluyan como tales. A pesar de todo lo señalado, el abastecimiento de agua para con-sumo humano puede presentar problemas, existiendo una gran proporción de fuentes no potables (salitrosas) y otras contaminadas bacteriológicamente. Cuando requerimientos masivos se hagan necesarios, deberán adoptarse las previsiones correspondientes, para determinar su calidad y potabilidad.
Un rasgo característico de la Isla Soledad y que también se presenta en la Gran Malvina y otras de cierta extensión, es el de los llamados "ríos de piedra" que consisten en una especie de curso de agua, cubierto de grandes piedras de bordes agudos de las rocas del lugar, que semejan matorrales arrastrados por torrentes; estos bloques se hallan dispuestos en forma irregular, generalmente encimados unos a otros Algunos bloques alcanzan hasta 6 metros de longitud, pero la mayoría tiene alrededor de un metro; son de superficie lustrosa y, a veces, cubierta de líquenes. Por efecto de las precipitaciones y humedad ambiente, estos bloques se encuentran moja-dos, por lo que resulta difícil la adherencia del calzado sobre su superficie.
Su extensión y ancho es variable; cerca de Puerto Salvador existe un río de piedra de 4 Km. de extensión por 500 metros de ancho. La presencia de estos ríos se registra, también, en el Suroeste de Puerto Argentino.

Capitulo III
El conflicto
Causas:
La causa fundamental del conflicto armado ocurrido entre la Argentina e Inglaterra de 1982, se remonta a la usurpación británica de las Islas en 1833. En ese año, se expulsa a la población local, y se la reemplaza por otra, los llamados "kelpers".
Esterilidad de los reclamos diplomáticos argentinos
Durante casi ciento cincuenta años, la Argentina produce constantes reclamos diplomáticos, sin resultados concretos. El conflicto tuvo avances y retrocesos, pero nunca se llegó al reconocimiento esperado por nuestro país. Durante largos años la Argentina proveyó de importantes elementos de supervivencia a la población residente en las Islas, con el ánimo de ganarse su confianza y buena voluntad, sin resultados visibles.
Paulatino distanciamiento entre ambas naciones:
Una de las razones por las cuales el conflicto armado no se produjo antes, tiene que ver con la especial relación existente entre Argentina y Gran Bretaña desde la Independencia de nuestra Patria con España. Esa relación estuvo signada por la complementación económica, donde Argentina era el "granero del mundo"- según una conocida frase de la época - y Gran Bretaña proveía manufacturas. La venta de carnes, cueros y granos por parte de nuestro país, estableció una relación de dependencia con su principal comprador, Inglaterra. Varias generaciones de argentinos se educaron en la admiración al Imperio británico. Todo ello se cortó al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando entra en escena los Estados Unidos de Norteamérica como principal potencia occidental. Inglaterra pierde poder y se va replegado, abandonando las antiguas colonias. Son los años de la descolonización de la India, de China, de los países sudamericanos. En la década del 60, Inglaterra produce su "revolución verde", es decir, comienza a utilizar su propio territorio para proveerse de materias primas, dependiendo cada vez menos de las importaciones, que reduce drásticamente en comparación con principios de siglo. De esta forma, se va produciendo un paulatino distanciamiento, lo que permite a la Argentina acentuar los reclamos de soberanía sobre las Islas Malvinas.
Reconversión de la flota británica y producción armamentista:
La industria naval británica ha ejercido influencia poderosa en la toma de decisiones en su país. No olvidemos que fue durante casi dos siglos la flota más importante del mundo. Los astilleros ingleses lograron "colocar" en el gobierno a numerosos representantes de su sector. En 1982, se avecinaba un importante recorte presupuestario, con reducción de la flota de mar. Muchos buques que luego participarían en el conflicto armado ya habían sido vendidos a otros países. Por ello, no es improbable que los más importantes astilleros británicos hayan tenido gran influencia para provocar el conflicto, buscando el efecto de truncar los recortes presupuestarios y brindar nueva importancia a su poderosa flota armada.
Por otra parte, Gran Bretaña, socia de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), había producido importantes transformaciones en los materiales de construcción de sus buques de guerra, que aún no habían sido probados en un conflicto real. La posibilidad de una guerra en pequeña escala les prometía un significativo ensayo de estos nuevos materiales, y su posterior colocación en el mercado mundial de armas.
Error estratégico argentino:

El gobierno militar argentino supuso que los EE.UU. eran aliados de nuestro país. Así parecía demostrarlo la lucha conjunta contra el comunismo y el apoyo mutuo en operaciones realizadas en Centroamérica. Por lo tanto, la Junta Militar creyó, no que el gobierno norteamericano se pondría del lado argentino, pero sí que cumpliría el rol de árbitro para una solución negociada. Es decir, que no se llegaría a un enfrentamiento. Esto constituyó un enorme error estratégico, ya que los acontecimientos demostraron que la opción de la alianza con Gran Bretaña era mucho más poderosa que con nuestro país. El apoyo norteamericano al Reino Unido fue decisivo para el resultado final del conflicto armado.
Búsqueda de perpetuarse en el poder por ambos gobiernos:
Se ha mencionado con demasiada frecuencia este motivo, que no carece de fundamento. En sus memorias, la ex- primer ministro inglés, Margaret Thatcher, realza la importancia del triunfo inglés en Malvinas como un triunfo personal de su gobierno. Ello le permitió perpetuarse por dos períodos más en el poder, en un momento en que los conflictos sociales en su país no le auguraban mucha fortuna. Es por ello que rechazó toda posibilidad de solución negociada, llegando incluso a cometer el peor crimen de guerra de todo el conflicto, el hundimiento del Crucero A.R.A. "Gral. Belgrano", para hundir con él la propuesta de paz realizada por el entonces Presidente del Perú, Belaúnde Terry y que ya había sido aceptada por la Argentina y avalada por los EE.UU.
En cuanto al gobierno argentino, es conocida la situación que atravesaba el gobierno militar, con malestar creciente de los sectores obreros y el reclamo de democracia por parte de los sectores políticos.
"Encerrona" política británica sobre la Argentina:
Se puede afirmar que el conflicto bélico de 1982, fue una jugada estratégica desarrollada por el gobierno inglés sobre el gobierno argentino. La operación de la inteligencia británica realizada sobre las Georgias con envío de obreros argentinos al mando del chatarrero Constantino Davidoff, produjo el efecto deseado: Al enarbolarse la bandera argentina sobre esa Isla, Inglaterra tuvo el argumento para "indignarse", movilizando sus buques hacia la zona y provocando una reacción en cadena que reinstalaría la vieja hipótesis de conflicto elaborada por la Armada Argentina de recuperar por la vía directa a las Islas Malvinas. De tal forma, si Argentina permanecía impasible a la provocación, hubiera supuesto una renuncia tácita a sus derechos soberanos sobre Malvinas.
Intereses petroleros en el atlántico sur.
Como se ha podido observar, la plataforma submarina que une las Islas al continente argentino, es una de las zonas potencialmente más ricas del mundo, superior al Mar del Norte en materia de explotación de hidrocarburos. Ya existían numerosos informes soviéticos, norteamericanos e ingleses ( "Informe Shackleton"), donde se auguraba la explotación de esta importante reserva petrolera. Es por esto que un olvidado enclave colonial vuelve a tener relevancia para la corona británica, y se elaboran las hipótesis para reafirmar sus intereses en el Atlántico Sur.
A la zaga de la riqueza petrolera, también incide la riqueza ictícola del Atlántico Sur, dada la escasez de la Pesca en otras latitudes.

Capitulo IV
Los Prolegómenos de una guerra
A partir de la segunda visita del vicecanciller británico Nicholas Ridley y de sus inaceptables propuestas, no se produjo ningún avance en las negociaciones; antes bien, las relaciones entre ambos países se fueron endureciendo hasta culminar con el episodio de las Georgias y la posterior ocupación militar de las Malvinas por la Argentina.
A mediados de 1979 visita Buenos Aires y luego las Malvinas el vicecanciller RIDLEY. A su regreso de las islas inició una nueva ronda de conversaciones, sin que se hiciera ningún avance positivo.
Posteriormente, hacia fines de 1980, el señor RIDLEY realizó dos nuevas visitas a las Malvinas llevando a los isleños tres propuestas del gobierno británico que, buscando apoyo de éstos por alguna de ellas, provocaron una verdadera conmoción en el apacible ánimo de los mismos.
Sintéticamente las propuestas fueron las siguientes:

a) Condominio o administración argentino-británica de las islas. Esta propuesta fue rechazada de plano por todos los pobladores y, a su vez, por los negociadores del gobierno argentino en New York.

b) Congelamiento de las negociaciones acerca de la soberanía sobre el archipiélago. También esta alternativa fue rechazada por la mayoría de los pobladores isleños, aduciendo que del congelamiento se derivaría una indefinida incertidumbre que desalentaría todo proyecto futuro de inversiones encaminada a la explotación de los recursos naturales ( riqueza ictícola, petróleo, etc.) cuyas perspectivas han cobrado repentinamente notoriedad. Posteriormente La Comisión de las Islas hizo suya la propuesta ante el gobierno británico. Por su parte, el gobierno argentino la rechazó de plano en las conversaciones que se desarrollaban en New York.

c) La tercera propuesta, que fue la que el vicecanciller apoyó en la reunión con los pobladores como la más viable a su juicio, consistía en reconocer la soberanía argentina, pero condicionada al instantáneo arrendamiento total de las Islas a Gran Bretaña.
La reacción frente a esta alternativa ni fue unánime. Pese a un rechazo inicial, contó luego con cierto apoyo de un sector minoritario. La mayoría se aferró a la posición de continuar siendo una "colonia" de Gran Bretaña en "pleno Mar Argentino", posición incitada por el "Falklands Island Committee" (Comisión de las Islas Falklands), único grupo de presión organizado existente.
A su regreso a reino Unido, el vicecanciller Ridley debió enfrentar un duro debate en la Cámara de los Comunes sobre las propuestas formuladas a los malvinenses. Entre otras, el funcionario hizo las siguientes declaraciones ante el Parlamento: "No tenemos dudas de nuestra soberanía sobre las Islas", pero reconoció que la disputa con la Argentina "causa una continua incertidumbre y estancamiento poblacional y económico", y más adelante agregó: " La posibilidad e declarar una zona de 200 millas alrededor de las islas es remota sin acuerdo de la Argentina..."

En síntesis, después de 15 años de negociaciones (durante la etapa que se inicia con la Resolución 2.065 de las Naciones Unidas, se desemboca en las propuestas de Ridley, que evidencia el propósito de Gran Bretaña de congelar las tratativas sobre el tema soberanía, buscando una especie de equilibrio o compensación con el proyecto de cooperación económica entre ambas naciones para el aprovechamiento de los recursos del archipiélago.
Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

La decisión de recuperar las Malvinas
El gobierno militar consideró, a finales de 1981, que a pesar de las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas y de los esfuerzos diplomáticos y económicos argentinos, el Reino Unido no accedería a negociar sobre la soberanía. Por tanto, la Junta Militar previó una alternativa militar para el caso de que fracasaran las tratativas diplomáticas. Aprobó la idea del Almirante Jorge Isaac Anaya de recuperar las Malvinas mediante una acción sorpresiva e incruenta para las fuerzas inglesas, y posteriormente negociar el traspaso de la soberanía.
Se creó una Comisión de Trabajo Conjunta para realizar el planeamiento de la recuperación. La Comisión de Trabajo estableció como fecha más temprana para realizar la operación el 15 de mayo. Sin embargo, durante marzo de 1982 se producen acontecimientos que alteraron esa fecha, e incluso, lo que era sólo una alternativa se transformó en el objetivo principal.
Por lo expuesto la Junta Militar decidió recuperar las islas Malvinas el día 1º de abril de 1982, basando la acción en las siguientes suposiciones:

Decisión Política:
En este análisis voy a mostrar las estrategias políticas de Argentina por un lado, sobre él por qué de su decisión de tomar las Islas Malvinas a través de las armas, y por el otro, los motivos que llevaron a Gran Bretaña a tomar posesión de nuestras tierras.
Aun en estos días es fácil observar la política internacional diseñada por el país del norte Estado Unidos De América y sus aliados, entre ellos Gran Bretaña, que no escatiman esfuerzos, ni económico, ni humanos, y muchos menos ambientales, para imponer su liderazgo y poder en el mundo, solo basta señalar hechos recientes como la invasión a Irak, donde ha quedado a vistas del mundo entero, que su verdadero interés gira en torno de apoderarse de las riquezas petroleras de aquel país.
Esta misma estrategia que visualizamos hoy es el espejo de aquellos años.
El control del Atlántico Sur era y es sentido como una gran necesidad de Estados Unidos y sus aliados. Es a la luz de esta realidad que debe analizarse la crisis de 1982 en el Atlántico Sur y, sobre todo, el futuro de las Malvinas, en aquella época para las cuales ya se estaba diseñando algunos destinos inconfesos como por ejemplo lo que hoy podemos observar una base militar de Estados Unidos, pero que ya se podía prever que esta situación se podía dar, a través de las políticas diseñadas desde el país del norte, cobrando favores a sus aliados.
Para entender él por qué de esta gran necesidad de los países piratas, debemos hacer una breve reseña geopolítica histórica sobre algunos acontecimientos,
Hasta la Segunda Guerra Mundial, el hemisferio Sur sería un arrabal del mundo, útil como fuente de materia primas, pero insignificante en términos políticos. Al sur de la línea Ecuatorial no había sino colonias y, en América del Sur un puñado de países promisorios o descartables.
La descolonización de África y Asia, la irrupción de los nuevos nacionalismos, las alianzas de los países emergentes y, jugando con todos esos factores, la confrontación Este Oeste, cambiaron tras la Segunda Guerra Mundial, el planisferio Político. Nada, sin embargo, superaría el efecto que tuvo, en 1956, la clausura del canal de Suez. Un nuevo episodio de la guerra árabe-israelí había privado a Egipto de la margen Oriental y, con los israelíes en una orilla y los egipcios en la otra, la vía se había vuelto intransitable. El Hemisferio norte retrocedió a la situación que en la época victoriana, había creído resolver de una vez y para siempre. Era necesario volver a la ruta de los aventureros y circunvalar el África para legar del Indico a América del Norte. Ahora había una imperiosa necesidad de hacer el recorrido: se trataba de llevar el petróleo del Medio Oriente a la primera potencia industrial del, planeta.
Fue en esa circunstancia que, en Washington, surgió la idea de reconquistar el Indico era y sigue siendo, escenario de la rivalidad entre superpotencias, obsesionadas por las vías marítimas, el abastecimiento del petróleo, los conflictos regionales y las bases navales. Estados Unidos tiene, además de Diego García, bases en Kenia y Somalia, y buques de su sexta y séptima flotas operando en el área. La unión soviética por su parte había instalado bases en Etiopía y Yemen del Sur, manteniendo una considerable presencia naval en todo el Indico.
El Atlántico Sur, que está a la vuelta de la esquina, era, previsiblemente, el próximo escenario. Ya en l976 una revista Argentina llamada Estrategia publicaba un análisis, firmado por Hugo Scarone, en el cual se anticipaba; La tensión en el Indico y la escalada naval de las superpotencias en el área tendrá su repercusión en la salida hacia el oeste, el Atlántico Sur, hasta ahora libre de tensiones.
La preocupación de los estadounidenses, fue creciendo a medida que América Central y el Caribe empezaban a escapárseles de las manos. En 1979, el gobierno de Jame Carter creyó que los intereses de su país estarían mejor servidos si se acordaba la devolución progresiva de la zona del canal, difiriendo la entrega del canal mismo hasta el umbral del próximo siglo.
El objetivo del acuerdo, aceptado por Panamá, era desactivar la bomba de tiempo que el rencor de los panameños había construido durante años de reclamos desoídos.
Cualquiera fuera la ventaja para Washington, al sentirse en la necesidad de optar por el mal menor, demostraba la vulnerabilidad de Estados Unidos en el área.
La posterior Hoguera de Centroamérica, encendida después de al caída del dictador nicaragüense Anastasio Somosa, vino a redoblar los temores. Desde 1959, la Unión Soviética tenía una bandera clavada en Cuba. En 1975 había implantado otra en Angola.
Ahora existía el riesgo de que sembrara banderines rojos en las inmediaciones del canal de Panamá. Por todo esto era necesario un rápido control del Atlántico Sur.
En cuanto a las decisiones políticas que impulsaron a nuestro país fueron inspiradas por un ambicioso general argentino convertido en político por la fuerza para presidir como presidente de los argentinos los destinos de nuestro país y decisión que podía solucionar los problemas internos rápidamente, si metía a su nación en una temeraria guerra patriótica que no tenía ninguna posibilidad de ganar.

El General Leopoldo Fortunato Galtieri, fue en su momento un astuto observador de la psicología argentina. Y jugó con la carta de que el pueblo argentino, intensamente patriótico, olvidara la inflación de tres dígitos, la devaluación de la moneda, la creciente desocupación, el aumento de la deuda externa, y que no trascendiera, como se veía en esa época que ya iba a ocurrir, él numero de los 30.000 desaparecidos, y el reclamo que cada vez con mas fuerza se ejercía desde Madres de Plaza de Mayo, sobre todo desde el duro revés sufrido por la entrega del nóbel de la Paz recibido por Pérez Esquivel, en su delirio de poder pensó que todo esto iba a quedar en el olvido si se veía ante la posibilidad de saldar cuentas de un siglo de antigüedad con un intruso extranjero
De modo que Galtieri lanzó una guerra santa para recuperar las Islas Malvinas de manos de los británicos. La mayoría de los argentinos jamás habían visitado las islas, muy pocos serán los que la conocían.
Cuando estalló la guerra, el 2 de abril de 1982, los argentinos, desde los húmedos llanos del Paraná hasta las desoladas laderas de los Andes y al cosmopolita Buenos Aires, enviaron a sus hijos y hermanos a morir en los fríos páramos de las Malvinas, barridos por los vientos.
Galtieri cometió un error fundamental: precipitó una guerra que no podía ganar. Subestimó el sentimiento de orgullo nacional de los británicos tradicionalmente fervorosos y su compromiso con sus pretensiones territoriales.
Sobrestimó la capacidad de la Argentina para entablar una guerra prolongada, a cientos de kilómetros de sus costas. Y leyó erróneamente las señales provenientes de Washington. Galtieri creyó que Estados Unidos se mantendría por lo menos neutral, lo queda cuenta sobre su escasa visión del panorama geopolítico internacional. Se sintió anonadado cuando resultó claro que Washington respaldaría a Gran Bretaña.
Esperaba, cuando menos, la neutralidad norteamericana durante las negociaciones posteriores a la invasión, sobre la base de dos vitales acuerdos secretos que había hecho de proporcionar dinero y hombres para operaciones de Estados Unidos en América Central, y de una garantía d e plegarse a cualquier embargo cerealero contra Rusia debido al castigo de ésta a Polonia.
Pensaba también que sus relaciones personales con los funcionarios de la administración Reagan eran tan estrechas, que abandonarían su amistad histórica con los británicos para ayudar a su nuevo amigo.
Los primeros planes para la invasión se elaboraron en septiembre d e1981, se los revisó en diciembre y se los distribuyó para su especificación de tallada en enero de 1982.
La fecha clave se fijó primero para mediados de mayo, si fracasaban las negociaciones de febrero
Pero cuando se produjo el izamiento de al bandera en las Georgias del Sur, por trabajadores argentinos, el 19 de marzo, la suerte quedó echada.
La CIA y el Pentágono dio a conocer después de la Guerra algunas de sus hipótesis sobre las razones que impulsaron a Galtieri llevar adelante la guerra.

Lo más importante era que podría desviar las crecientes críticas internas. En sus informes ultra secretos, la CIA decía que se trataba del uso, por el gobierno argentino, del "tema de la Soberanía de las Islas Malvinas Británicas, para desviar la atención del público de las luchas internas". De una forma oportuna de "desviar las críticas contra la Junta Militar." Muchos de los informes repetía esta conclusión en el sentido de que a los argentinos " les resulta conveniente usar el tema de las Islas Malvinas para desviar la atención pública de las luchas internas"
2- La CIA, también llegó a la conclusión de que estaba destinada a echar las bases para una reclamación de los depósitos petroleros que se creían existían cercad e las islas. En enero de 1976, durante el incidente caliente por las Malvinas, la CIA consideró que la Argentina estaba muy preocupada por un consorcio norteamericano de energía, en el cual participaba la Ashland Oild Co, que presionaba a los británicos para la explotación petrolera frente a al costa. La Argentina no tenía la intención de quedarse cruzada de brazos mirando como los británicos explotaban lo que consideraba su petróleo
3-Una tercera razón era el auténtico deseo de Galtieri de reclamar las Malvinas para los argentinos.
4-Pero también temía que si alguna vez llegaba al poder el gobierno civil, se realizara un debate referente a la desaparición de miles de argentinos. Dirigir una batalla popular por las Malvinas sería una forma eficaz de reducir el monto de sus apuestas, habría sido su razonamiento según cree la inteligencia de Estados Unidos.
Por último, varios informes secretos de Estados Unidos muestran que si las Malvinas hubieran caído fácilmente, sin una reacción británica, Galtieri tenía la intención de actuar poco después en relación con el problema del Beagle.
Después del triunfo que preveía en las Malvinas Galtieri llegaba(en apariencias) a la conclusión de que los chilenos abandonaría la reclamación respecto del Beagle, antes que correr el riesgo de una guerra.

La ayuda norteamericana a los británicos:
Los militares argentinos han tratado de atenuar a su mala planificación afirmando que Estado Unidos ganó al Guerra para los británicos. Los informes ultra secretos posteriores calificando de ridícula esta acusación detallan la ayuda ofrecida, y calculan que más del 95 por ciento del equipo usado por los británicos era británico. Aunque en General Estados Unidos se mostró dispuesto a darla, los británicos no necesitaron gran ayuda. Por ejemplo, el 10 de abril el pentágono se precipitó a establecer un equipo completo de administración de la crisis, para apoyar a los británicos. Trabajo y en turnos de 12 horas, un turno reemplazado por el siguiente. Se adoptaron medidas para abastecer rápidamente a los británicos de municiones, repuestos y cualquier otra cosa que necesitaran. Pero el equipo se disolvió en menos de una semana debido a la falta de pedidos británicos. Estados Unidos envió mas de cuatro millones y medio de litros de combustibles de aviación a la base británica a la isla Ascensión, en el Atlántico como parte de un convenio muy antiguo. Los británicos compraron balas de 20 milímetros, boyas equipadas de sonar y menos de 100 misiles S. Didewinder AIM-9l.
La mayor parte de este equipo fue almacenado en Gran Bretaña para su uso posterior. Mirando hacia atrás el arma más eficaz de al guerra fue el misil Exocet, que estaba en manos de los argentinos por cortesía de los franceses. Pero desde entonces el pentágono ah calculado que si la guerra se hubiera prolongado hasta finales de julio, los equipos y abastecimiento norteamericanos habrían sido fundamentales para el éxito de los británicos.
Cuando se le preguntó hasta que punto estaba dispuesto a llegar para ayudar a los británicos, en una sesión estratégica secreta de la Casa Blanca, durante la guerra, el presidente Reagan estableció con claridad que nos e enviarían hombres.
No se mandaría a la zona de combate tropas ni pilotos ni asesores. Por tal motivo, se rechazó un pedido urgente de los británicos de aviones con Sistemas Aéreos de Aviso y Control (SAAC)dado que habrían debido ser acompañados por personal norteamericano.
Al principio tanto los argentinos como los británicos recibían datos de inteligencia de Estados Unidos, pero en distintos niveles. Según una orden presidencial ultra secreta de larga data, a los argentinos solos e les permitía ver materiales confidenciales, que son la clasificación más baja. A los británicos se los dejó desde los materiales secretísimos hacia arriba.
Después del 30 de abril, la CIA, la AID, y otros organismos de inteligencia norteamericanos se sintieron más cómodos en su trato con los británicos solamente. Esa relación data de la Segunda Guerra Mundial cuando los británicos ayudaron a establecer la predecesora de la CIA, llamada OSS. Durante la Guerra de las Malvinas, dos satélites espías norteamericanos entregaron a los británicos una que otra fotografía de la región de la Malvinas. Pero hubo un problema: las cámaras no podían tomar fotos a través de las nubes que cubrían las Malvinas.
Como aporte dela cuerdo de la OTAN, otros satélites de Estados Unidos los ayudaron a transmitir comunicaciones entre barcos y centros de comando a lo largo de la línea de abastecimiento de 8.000 millas con que operaban los británicos. Ahora resulta claro que la guerra fue ganada por los británicos porque su táctica y su adiestramiento fueron superiores. Además, contaban con la ventaja tecnológica. Pero no fue tan decisivo como al Junta Militar Argentina quiso conseguir que se creyera.
(TIAR) - Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca.
Este tratado, cuya finalidad aparente era mantener la paz y de la seguridad del continente
americano, en realidad era parte a la política implementada por los EE.UU. en la época de la
"Guerra Fría ".

El objetivo básico era darle a EE.UU. un marco legal en caso de que existieran en Latinoamérica alguna intervención propiciada por la URSS o garantizarse el apoyo de toda Latinoamérica en caso de un enfrentamiento directo con la URSS.-
Los Estado firmantes del Tratado de Asistencia Recíproca ( TIAR) se comprometían solidariamente a realizar las acciones necesarias para cumplir con ese objetivo enunciado y la asistencia debía traducirse en apoyo político, militar, y económico en caso de que uno de los países firmantes fuese atacada por una potencia extracontinental.
El 27 de abril de 1982, la Comisión de Trabajo de la Conferencia de Cancilleres, que representaba a los países signatarios del TIAR, aprobó una resolución por 17 votos a favor y 4 abstenciones que respaldaba la soberanía argentina en las islas Malvinas. Exhortaba a Gran Bretaña a cesar inmediatamente las hostilidades y pedía a las partes la reanudación de las gestiones para lograr una solución pacífica del diferendo.
Los países que votaron a favor de esa resolución fueron: Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Santo Domingo, Uruguay y Venezuela.
Se abstuvieron: Chile, Colombia, Estados Unidos, Trinidad y Tobago.
En la misma resolución se especificaba "deplorar la adopción por los miembros de la Comunidad Económica Europea y otros Estados, de medidas coercitivas de carácter económico y político que perjudican al pueblo argentino y exhortarlos a levantarlas, ya que constituyen un grave precedente por cuanto no están amparadas en la Resolución 502 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y son incompatibles con la carta de la ONU, OEA y Gatt".
La mediación de Haig: un recurso frustrado
El TIAR era, en realidad, un convenio que consagraba el derecho norteamericano a la intervención en los asuntos de las naciones del continente. Su misión era la de prevenir cualquier intento izquierdista en la región. Para los Estados Unidos inmersos en la puja Este-Oeste(capitalismo Vs. Comunismo) todo avance en el sentido de la ruptura de la denominación yanqui en el hemisferio era concebido como de "ataque externo", y era pasible de ser encuadrado dentro de los términos del TIAR. Pero en esta oportunidad, la Argentina apelaba al cumplimiento del pacto en una dirección contraria a la del espíritu y las necesidades que le dieron nacimiento. Solicitaba la ayuda norteamericana, y fundamentalmente la de Estados Unidos, para defenderse de un posible ataque británico. Para el gobierno de Reagan la aplicación del TIAR no podía extenderse al conflicto del atlántico sur. En principio porque sus objetivos eran totalmente distintos; en segundo lugar, porque la potencia agresora era Gran Bretaña(la principal aliada mundial de los Estados Unidos) con la que mantenía una amistosa vinculación en el campo de la defensa internacional.
Colocado en una encrucijada el gobierno de Reagan trató de evitar el estallido de la conflagración. Para ello comisionó al secretario de estado, Alexander Haig, como mediador entre las partes. Durante todo el mes de abril de 1982, Haig sostuvo permanentes reuniones y contactos con las autoridades de ambas naciones con el expreso objetivo de impedir la guerra. Sin embargo, el pretendido rol de negociador estuvo desde un principio vacío de neutralidad.
Por distintas razones: compromisos concretos con el gobierno de Tacher, cuya suerte dependería en gran medida de la definición del litigio malvinense; presión constante del gobierno británico sobre Reagan para lograr su apoyo a las razones inglesas; impopularidad de la dictadura argentina ante la opinión publica de Estados Unidos; comportamiento unificado de la prensa norteamericana en la condena a la toma de las Malvinas; la Casa Blanca se orientó durante las tratativas en la defensa de los criterios del Reino Unido, y evitó colocar en la mesa de negociaciones el tema decisivo de la soberanía del archipiélago. Alexander Haig visitó nuestro país en dos ocasiones: la primera fue del 9 al 11 de abril, la segunda del 14 al 17 del mismo mes. En su primer visita el secretario de Estado expresó que los Estados Unidos se disponían a mediar para obtener una solución pacífica dentro del marco de la resolución 502 de la ONU, es decir, con la retirada argentina y sin la discusión del problema de la soberanía.

El gobierno argentino se aprestó para presionar sobre el visitante norteamericano. El 10 de abril, mediante una importante campaña de difusión, cuyo eje fue radio Rivadavia y el locutor deportivo José Maria Muñoz, se citó a la población para expresar la posición de la sociedad argentina. La idea de Galtieri era transparente: colocado el gobierno en una adversa situación en el terreno internacional utilizará la presencia de las masas en la histórica Plaza de Mayo como medio de demostración ante Haig que la causa de Malvinas era popular y contaba con un apoyo mayoritario. Elípticamente también le mostraría al huésped que la marcha emprendida por el gobierno militar al tomar las islas no tendría retroceso, o que por lo menos, si se producía una marcha atrás debía considerarse condiciones impuestas también desde el lado argentino. Necesitaba impresionarlo para lograr un giro de la política norteamericana en el conflicto. Desde ese punto de vista la movilización tubo relevancia.
Una gran multitud se congregó frente a la casa de gobierno. Se corearon con signas favorables a la decisión de las FFAA. Incluso vivas al mismo Galtieri, aunque desde importantes sectores de la concurrencia partían cánticos peronistas que le aclaraban al presidente que "la plaza es de perón". Galtieri salió al bacón y desde allí se dirigió a la muchedumbre " que sepa el mundo, América, que hay7 un pueblo con voluntad decidida, como el pueblo argentino. Si quieren venir, que vengan; les presentaremos batalla. Un rugido acompañó el final de estas palabras del presidente.
La concentración del 10 de abril tubo repercusiones. Haig se retiró de la Casa Rosada con la impresión de lo que estaba viendo se asemejaba demasiado a los sucesos del Irán de Kahomeini.
El desborde popular y nacionalista habían provocado en su entendimiento el resurgimiento del "síndrome de Irán". Pero también su principal interlocutor en La Argentina, el General Galtieri, había comprobado en carne propia la exaltación de las masas mal hablar desde el bacón.
La embriagues de sentirse apoyado en la cruzada austral lo persuadido de seguir un camino sin retorno.

Pero en el seno de las cúpulas militares, y del mismo gobierno, no existía coincidencia sobre la acritud a asumir en adelante. Se habían perfilado dos criterios: por un lado la armada, a través del Almirante Anaya, sostenía "que el operativo del 2 de abril no se había realizado para entregar lo conquistado por las armas en una mesa de negociaciones"; por el otro, el Brigadier Lami Dozo, enunciando las ideas de las Fuerza Aérea, abogaba por una salida pacífica a la crisis, aceptando las realizaciones.
Esta orientación había ganado a importantes sectores de las FFAA. Los Generales Bignone y Villareal, encargados de preparar una propuesta para las tratativas habían confeccionado un plan cuyos puntos principales determinaban:
1-Administración conjunta de las islas en disputa.
2- Cooperación para la explotación compartida de los recursos.
3- Negociación para definir el tema de la soberanía.
Estas ideas no diferían en mayor medida de un plan de 5puntos formulado por Haig luego de su primer visita a la Argentina:
1-Retiro de las tropas argentinas y retroceso de la flota británica.
2- Administración tripartita hasta el 31 de diciembre de 1982.
3- Levantamiento de la "zona de exclusión".
4- Negociación directa de las partes.
5- Consulta de la voluntad de los "Kelpers" mediante un referéndum.
6- Haig consideraba este proyecto como potable para el gobierno británico.
En realidad parece haber obtenido la aprobación de la Thatcher para su implementación.
Frente al gobierno de Galtieri utilizaría como argumento de presión la alternativa del retiro de la mediación norteamericana.
El segundo viaje de Haig a nuestro país definiría el destino de su propuesta
Los hechos demostraron que el TIAR, más allá de la voluntad de los países firmantes, sólo fue útil a los intereses Norteamericanos, ya que al momento de imponerse una votación contraria a sus intereses estos desconocieron las resoluciones del TIAR y prestaron ayuda militar a la potencia agresora, con lo cual, el concepto del TIAR quedó desvirtuado y la intencionalidad norteamericana y chilena quedó al descubierto.
Ocupación militar de las islas Malvinas:
Durante la noche del 1 ° de abril de 1982 y la madrugada del viernes 2, parte de la flota argentina de mar operaba frente a las Islas Malvinas. Entretanto, la reducida dotación de infantes de marina británicos destacada en la capital malvinense (entonces Puerto Stanley) se desplegaba en actitud defensiva.
Esa misma noche se reunía el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a pedido del Reino Unido, que denunció "la inminente amenaza de invasión argentina a las islas". La reacción argentina fue inmediata. Nuestro embajador ante las Naciones Unidas denunció, en dicho Consejo, la situación de grave tensión provocada arbitrariamente por aquel país en las Georgias.
A las 6.30 de la mañana del viernes 2, mediante un operativo combinado de las tres fuerzas, la Argentina logró desembarcar en Puerto Stanley y ocupar las islas, luego de algunos enfrentamientos en diversos lugares de las mismas, que culminaron con la rendición del gobernador británico ante el contralmirante Carlos Busser al mando de las fuerzas nacionales de Infantería de Marina, que fueron las primeras en desembarcar. Al mismo tiempo, el general Osvaldo J. García fue designado comandante de las Fuerzas Armadas en el teatro de operaciones.
A1 día siguiente de la ocupación era designado gobernador de las Malvinas el general Mario Benjamín Menéndez, pasando a ser el segundo gobernador argentino del Archipiélago. El primero fue Luis Vernet, designado en 1829 por Martin Rodríguez.
El 3 de abril se reunió, a pedido de Reino Unido, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y dictó la Resolución 502 "exigiendo el retiro de las fuerzas argentinas de las Islas del Atlántico Sur". Votaron los 16 miembros del Consejo. El único país que lo hizo en contra del proyecto británico fue Panamá. Se abstuvieron China, España, Polonia y la Unión Soviética.
El 26 de mayo se reunió nuevamente el Consejo de Seguridad, aprobando la Resolución 505, por la que reafirma la anterior (502), instando a las partes en conflicto a cooperar plenamente con el Secretario General de las Naciones Unidas, Javier Perez de Cuellar, en sus esfuerzos por poner fin a las hostilidades. Entre tanto -mientras se desarrollaban esas gestiones de pacificación, a las que se sumó el gobierno de los Estados Unidos- el gobierno británico alistaba gran parte de su poderosa flota de guerra y la desplazaba a toda máquina, rumbo al teatro de operaciones.
Simultáneamente, tanto el gobierno inglés como los países de la Comunidad Económica Europea disponían drásticas sanciones económicas y financieras contra la Argentina.
El 28 de mayo se reunieron en la sede de la OEA (Washington) los cancilleres de los 21 países miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y adoptaron una resolución por 17 votos a favor y 4 abstenciones (Estados Unidos, Colombia, Chile y Trinidad-Tobago) "condenando el ataque británico a la Argentina y solicitando a los Estados Unidos que cese su asistencia militar al Reino Unido". A la vez, autorizó a los países latinoamericanos a ayudar a la Argentina en la emergencia; es decir, dejando la puerta abierta a una posible acción colectiva, o aislada, contra Gran Bretaña. Esto no llegó a concrear más allá de generalizadas expresiones de encendida solidaridad y apoyo diplomático, incluyendo, en algunos casos, ofrecimientos de eventual ayuda militar.

El antiguo imperio contraataca:
La reocupación de las Islas Georgias el sábado 26 de abril de 1982, por la Task Force, hacía prever prontas acciones sobre el objetivo principal de las Malvinas: Puerto Argentino. En efecto, el día 1º de mayo de 1982, el Reino Unido intentó una maniobra aeronaval para obtener una victoria rápida sobre la guarnición argentina.
Hacia el conflicto armado:
Las Fuerzas Armadas argentinas fueron compelidas al conflicto armado sin tiempo alguno de preparación. No se hizo una campaña organizada para esclarecer nuestra posición, antes, durante, ni después de la batalla. Lo inesperado de la reacción británica hizo necesario improvisar la presentación de nuestro punto de vista ante el concierto mundial, no se pudo explicar debidamente el origen del conflicto, ni la causa por la cual la Argentina reivindicaba sus territorios ocupados.
No habíamos explicado al mundo que en las islas Malvinas la población vivía aceptablemente con la ayuda argentina a partir del Acuerdo de Comunicaciones suscrito en 1971, el cuál tuvo su mayor sustento en los servicios aéreos suministrados por la FAA.
A pesar de la rápida escalada del conflicto, la República Argentina se mantuvo fiel a sus valores occidentales e ignoró proposiciones de apoyo de miembros del bloque oriental. Evitó entrar en movimientos pendulares, período durante el cual la diplomacia occidental no encontró solución viable, con excepción de los intentos del presidente peruano, Fernando Belaúnde Terry y de la señora Jean Kirkpatrick representante de los Estados Unidos en la ONU. El frente interno de ambos países reaccionó en apoyo de sus gobiernos en forma casi total. Como se esperaba, por nuestra falta de experiencia de guerra, en el transcurso de esas semanas se agotó la tendencia y el apoyo del pueblo argentino se volvió tibio primero y se diluyó después.
Armamento inglés capturado en la Operación Rosario:
La hora prevista originalmente para iniciar la operación fue demorada. Por lo tanto, el Hércules C-130H TC-68, comandado por el comodoro Beltramone, despegó hacia Malvinas a las 05:15 hs, trasladando al GOE, al Estado Mayor del Componente Aéreo del Teatro de Operaciones Malvinas (EMCATO), un Elemento Control Transporte Aéreo y el material para establecer una terminal de cargas en la nueva unidad aérea de combate. El Hércules TC-68 se mantuvo en vuelo por espacio de una hora, orbitando al este de la pista de Stanley, mientras ésta era despejada de los obstáculos y, previo aviso, aterrizó a las 08:45 hs, con los elementos que constituían el embrión de la BAM Malvinas que, pese a haber sido el primer blanco seleccionado por el enemigo, reconociendo su importancia vital para el sostenimiento de la guarnición argentina en las islas, resistiría cuarenta y cinco días bajo el fuego aéreo y naval y mantendría su capacidad operativa hasta el último día. El GOE ocupó el aeropuerto y procedió a revisar sus distintas instalaciones. Verificada la ausencia de elementos que pudieran constituir riesgos para el personal y material, fue entregando las dependencias a los encargados de establecer los servicios generales para el funcionamiento del aeropuerto y los especiales que permitirían el control del espacio aéreo y de las aeronaves en operación en el ámbito de Malvinas. El GOE permaneció en la base para proporcionarle seguridad y defensa, hasta que fue relevado por una compañía específica, destacada al efecto desde la I Brigada Aérea. Siguiendo escalonadamente al primer Hércules, se trasladó desde Comodoro Rivadavia al Estado Mayor de la IX Brigada de Infantería, la masa del RI 25, y la Compañía de Ingenieros 9, con el resto de los Hércules C-130H y los Póquer F-28, ese mismo 2 de Abril, antes del mediodía.
De acuerdo con lo planificado por la conducción política, evacuó en los vuelos de regreso al continente al personal del BIM 2, relevado a las 14:00 hs por el RI 25, el que quedó a cargo de la seguridad en Malvinas, actividad que cumplió hasta que fue relevado, a su vez, el 7 de Abril de 1982. Asimismo, se trasladó a Comodoro Rivadavia al gobernador Rex Hunt, su familia y comitiva y a los Royal Marines británicos, todos los cuales fueron reembarcados en un Boeing B-707 que despegó de Comodoro Rivadavia a las 23:40 hs, con destino al aeropuerto de Carrasco en la República Oriental del Uruguay.
En la guerra de Malvinas, el texto de la Convención de Ginebra tuvo, por parte de los protagonistas diferentes interpretaciones.
La Argentina no utilizó bombas Napalm, a pesar de disponer de ellas, por considerarlas excesivamente cruentas, mientras que la aviación británica utilizó indiscriminadamente bombas antipersonales BL-755 o Beluga, que pueden entrar en una clasificación similar.

La recuperación:
La Fuerza de Tareas Anfibia 40 entró en acción el 2 de abril. Debió realizar una redistribución de las tareas de sus elementos de combate, por las siguientes razones:
La pérdida de la sorpresa ante la detección de los movimientos navales.
La destrucción de un helicóptero Puma del Ejército al romperse las trincas que lo sujetaban en el rompehielos ARA Almirante Irizar.
Las obstrucciones en la pista.
La instalación de ametralladoras en el sector.
A las 07:00 hs fue ocupado el aeropuerto, que se encontraba obstruido para el aterrizaje con máquinas viales y vehículos volcados. El proceso de remoción pudo hacerse sin oposición activa. La tarea, realizada por una Sección de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25, con el apoyo de una Compañía del BIM 2, fue esforzada y, a las 07:30 hs estaba finalizada. Horas antes, en las primeras de la madrugada del 2 de Abril, la IX Brigada Aérea de Comodoro Rivadavia, tenía un movimiento inusitado. En la plataforma de la unidad se hallaban estacionados 3 Hercules C-130H y 2 Fokker F-28. Poco después de la 01:00 arribaron otro Hercules C-130H y un Hercules KC-130H. A las 00:00 hs comenzaron a ingresar a la unidad aérea los efectivos del Ejército que serían transportados a Malvinas: el RI 25 del Ejército, a cargo del Coronel Seineldín, la Compañía de Ingenieros de Combate 9 y elementos del Comando de la IX Brigada de Infantería.
A las 04:00 hs comenzó el embarque del personal y el material. Se iniciaba así, la ejecución de la fase Asalto de la Orden de Operaciones Aries 82.
Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior
La hora prevista originalmente para iniciar la operación fue demorada por los ya citados obstáculos sobre la pista de Stanley y la redistribución de tareas en la operación de recuperación de las islas. Por lo tanto, el Hércules C-130H TC-68, comandado por el comodoro Beltramone, despegó hacia Malvinas a las 05:15 hs, trasladando al GOE, al Estado Mayor del Componente Aéreo del Teatro de Operaciones Malvinas (EMCATO), un Elemento Control Transporte Aéreo y el material para establecer una terminal de cargas en la nueva unidad aérea de combate. El Hércules TC-68 se mantuvo en vuelo por espacio de una hora, orbitando al este de la pista de Stanley, mientras ésta era despejada de los obstáculos y, previo aviso, aterrizó a las 08:45 hs, con los elementos que constituían el embrión de la BAM Malvinas que, pese a haber sido el primer blanco seleccionado por el enemigo, reconociendo su importancia vital para el sostenimiento de la guarnición argentina en las islas, resistiría cuarenta y cinco días bajo el fuego aéreo y naval y mantendría su capacidad operativa hasta el último día.
El GOE ocupó el aeropuerto y procedió a revisar sus distintas instalaciones. Verificada la ausencia de elementos que pudieran constituir riesgos para el personal y material, fue entregando las dependencias a los encargados de establecer los servicios generales para el funcionamiento del aeropuerto y los especiales que permitirían el control del espacio aéreo y de las aeronaves en operación en el ámbito de Malvinas. El GOE permaneció en la base para proporcionarle seguridad y defensa, hasta que fue relevado por una compañía específica, destacada al efecto desde la I Brigada Aérea. Siguiendo escalonadamente al primer Hércules, se trasladó desde Comodoro Rivadavia al Estado Mayor de la IX Brigada de Infantería, la masa del RI 25, y la Compañía de Ingenieros 9, con el resto de los Hércules C-130H y los Fokker F-28, ese mismo 2 de Abril, antes del mediodía. De acuerdo con lo planificado por la conducción política, evacuó en los vuelos de regreso al continente al personal del BIM 2, relevado a las 14:00 hs por el RI 25, el que quedó a cargo de la seguridad en Malvinas, actividad que cumplió hasta que fue relevado, a su vez, el 7 de Abril de 1982. Asimismo, se trasladó a Comodoro Rivadavia al gobernador Rex Hunt, su familia y comitiva y a los Royal Marines británicos, todos los cuales fueron reembarcados en un Boeing B-707 que despegó de Comodoro Rivadavia a las 23:40 hs, con destino al aeropuerto de Carrasco en la República Oriental del Uruguay. El Comando Aéreo Estratégico ordenó el 2 de Abril el despliegue a Malvinas de una escuadrilla de Pucará, de la III Brigada, que había arribado el día anterior a Río Gallegos. A las 16:00 hs, aterrizaron en Puerto Argentino los primeros aviones de combate: 4 Pucará despegados de Río Gallegos a las 14:00 hs. Su tarea era ejecutar las operaciones aéreas que le fueran ordenadas por el comandante del Componente Aéreo Teatro de Operaciones Malvinas, en el área de las islas. La seguridad de Puerto Argentino quedó a cargo de la Compañía de Policía Militar 181 que arribó el día 3 de Abril de 1982, transportada en el Hércules C-130H TC-64. Las operaciones predispuestas en el plan Aries 82 se estaban cumpliendo sin mayores dificultades y para el día 4 de Abril, estaban completadas. Pero la situación político-estratégica había variado y los requerimientos que se sucedieron, incrementaron el esfuerzo del transporte aéreo en una magnitud insospechada al inicio de las operaciones. La resolución de la junta ahora era disuadir al gobierno británico de intentar la recuperación de las islas por la fuerza, ante el posible costo económico, político y militar que la empresa le podría ocasionar. Pero esta alternativa había sido expresamente descartada sin ser evaluada por ningún organismo especializado de planificación, de modo que las órdenes provinieron directamente del máximo nivel de conducción nacional. Sin embargo, a esta altura de los acontecimientos la FAA ya había elaborado dos planes que esperaban la firma de sus comandantes: el plan Mantenimiento de la Soberanía y el Caburé Azul y Blanco; además, tenía en borrador la apreciación de situación del transporte aéreo. Era imposible avanzar en este plan porque, si bien se intuía cuál sería la reacción de la Junta de Comandantes en Jefe en el caso de que Inglaterra no aceptara el hecho consumado de territorio en disputa ocupado por la Argentina, no se podía cuantificar los medios que ordenaría trasladar a Malvinas. Por esta razón se previó la creación del Comando Conjunto de Transporte y del Comando Aéreo de Transporte, los que tendrían la enorme responsabilidad de planificar sobre la marcha.

Días previos al conflicto
A mediados de 1981, por medio de una carta semioficial, el Sr. Ridley comunicó a su colega argentino que el gobierno británico había decidido congelar las negociaciones. Esto demostraba que "estábamos peligrosamente cerca de la inevitable transformación del diálogo a la confrontación". Es decir, que el gobierno británico del Partido Conservador, encabezado ahora por su Primer Ministro, Margaret Thatcher y su Canciller Lord Carrington; eran ya conscientes de la "inminencia de la confrontación". No era así de nuestro lado. El Gobierno del proceso, entretenido en su propia sucesión, no intuía esta posibilidad, hasta que al final del año la Armada, comenzó a alertar sobre los síntomas. El que tomara la iniciativa sería rotulado como agresor.
Para la estrategia británica era indispensable que ese rol sea ocupado por la Argentina. Así ellos podrían reaccionar militarmente "con todos los recursos de la Royal Navy" tal como lo tenían previsto desde 1976 y demostrando nuestro patriotismo, desligarse de la tutela de la ONU, actuar en propia defensa y construir su Falkland Fortress. Tal fortaleza liquidaría por completo nuestros reclamos de soberanía. Ya desde 1976 Argentina, por medio de su Armada, habían instalado la Estación científica "Corbeta Uruguay", en Thule.
En 1981, la misma Fuerza, tenía previsto la instalación de una nueva Base Científica en Puerto Leith ( Islas Georgias del Sur) a concretarse en el invierno de 1982 cuando la delegación de BAS (British Antartic Survey) abandonara Grytviken. A esta maniobra la denominaron "Operación Alfa".
El Canciller Nicanor Costa Méndez, se enteró recién el 15 de marzo de 1982 de dicha operación y se mostró contrario a su realización por este motivo la Junta Militar del PRN la suspendió hasta que el Ministro de RREE estableciera que la situación diplomática permitiera llevarla a cabo. Por otro lado, sin estar al tanto de estas maniobras oficiales, el empresario Constantino Davinoff, -quien había visitado Puerto Leith ( Isla San Pedro) el 20 de diciembre de 1981 como pasajero del Buque de Transporte Navales Almirante Irizar, para inspeccionar unas instalaciones balleneras abandonadas que había adquirido- arribaba el 19 de marzo de 1982, en un segundo viaje a bordo del ARA Bahía Buen Suceso con 41 técnicos y obreros civiles, nuevamente a Puerto. Leith, donde se encontraban dichas instalaciones.
Lo que no sabía la Argentina era que aquella primera visita de Davidoff a Pto. Leith había provocado la reacción del Gobernador de Malvinas, Rex Hunt, ante el Foreing Oficce, lo que había alertado al gobierno británico de tal situación.
Los ingleses que conocían nuestros secretos, podrían fabricar por lo tanto el detonante que nos hiciera perder la calma.
Por lo tanto, no esperaron esa próxima vez, el 19 de marzo de 1982, en Puerto Leith ( Islas Georgias) a donde llegada Davinoff con sus hombres para comenzar el desagüe, con la autorización de la embajada británica en Argentina y habiendo cumplido con todas las exigencias legales acordadas en la Reglamentación de la Declaración de Buenos Aires.
La reacción argentina. Ante la descomedida actitud inglesa en Georgias por el desembarco de los chatarreros, nuestro gobierno de entonces ordenó considerar seriamente el empleo de la "alternativa militar", la cual proveía de una acción militar de envergadura, que se venía gestando desde enero de 1982 como una hipótesis de conflicto, en caso de que fracasaran las negociaciones previstas, en Nueva York para febrero de 1982.
Este plan argentino, elaborado con las máximas precauciones de seguridad, por una "Comisión de trabajo" militar fue titulado Plan de Campañas Esquemático y diseñaba la operación militar necesaria para recuperar las Islas Malvinas, pero no para mantenerlas en caso de que reaccionara militarmente el Reino Unido.
Consistía en una operación principalmente Anfibia (Responsabilidad ARA) y una secundaria de Aerodesembarco, (responsabilidad de FAA) y luego de la instalación de un gobierno militar asistido por una pequeña fuerza de ocupación con funciones militares (Responsabilidad del EA) con el Objetivo político de ocupar para negociar.
Se suponía que ante los hechos consumados, se lograría, en las Naciones Unidas u otro foro similar, acorralar a Gran Bretaña para provocar que se finalizara la negociación.
La recomendación estratégica claramente expresada de este plan consistía en que "la operación no debía ejecutarse antes del 15 de mayo". Ello se debía a que cualquier reacción metropolitana de Gran Bretaña no podría arribar a Malvinas antes del 5 de junio y para entonces un desembarco anfibio británico sería imposible, debido a la llegada del crudo invierno.
Los planificadores británicos también estaban convencidos de que no podrían desembarcar en Malvinas y llegar a Puerto Stanley después del 10-15 de junio, por lo tanto era necesario que Argentina adelantara la fecha de "recuperación" al 1-2 de abril de 1982. Así ellos tendrían tiempo, de efectuar el asalto anfibio de rigor antes de que el invierno llegara.
Esta anticipación de nuestra fecha, es unos de los principales argumentos para demostrar que el gobierno británico conocía al detalle nuestros planes y que manejó el incidente de los chatarreros en Georgias para hacerlos "abortar" y así ajustar a sus necesidades la iniciación de nuestra recuperación de Malvinas.

Cronología del conflicto:
2 de abril: El desembarco: Las Fuerzas conjuntas argentinas ponen pie en las islas. El desembarco se hace sin ocasionar bajas a los británicos ni a los Kelpers. En los enfrentamientos se produce la primera baja de las fuerzas conjuntas, cae abatido por fuego enemigo el infante de marina Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino. Gran Bretaña alerta a su Flota y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decide tratar la cuestión. En la Plaza de Mayo se realiza un acto popular de adhesión a la recuperación de las Malvinas, el presidente Galtieri da un mensaje al país.
3 de Abril: La "Task Force": Oficialmente se informa que las Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur están bajo soberanía Argentina. Londres advierte que se aplicarán sanciones económicas y resuelve el envío de la Task Force (fuerzas de tareas), en acción punitiva, al Atlántico Sur. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprueba la Resolución 502, que exige el retiro argentino de las islas y la iniciación de negociaciones. Votan a favor de la resolución en contra de la Argentina: EE.UU., Francia, Guayana, Irlanda, Japón, Jordania, Togo, Uganda, Zaire, y Gran Bretaña. Se abstuvieron: Unión Soviética, China, Polonia y España. En contra sólo votó Panamá. El General Mario Benjamín Menéndez es nombrado Gobernador Militar de las Islas Malvinas y se pide una sesión extraordinaria de la OEA.
4 de Abril: La Ocupación de Georgias: Fuerzas argentinas ocupan las islas Georgias y se anuncia oficialmente el hecho. Se producen tres (3) bajas propias.
5 de Abril: Solidaridad Peruana: La acción argentina provoca la renuncia del canciller inglés, lord Carrington. La escuadra británica parte de su apostadero en Portsmouth. La Comunidad Económica Europea respalda la decisión inglesa de aplicar sanciones económicas a la Argentina, y el Perú define su posición decidida en favor de la Argentina.
6 de Abril: Haig y Costa Méndez: Designado por el presidente Reagan para interceder en el conflicto, el General Alexander Haig conferencia con el Canciller Argentino, Nicanor Costa Méndez, en Washington.
7 de Abril: Bloqueo y convocatoria: Viaja Haig a Londres, y los ingleses disponen el bloqueo naval hasta 200 millas de las Malvinas. La Argentina convoca a sus reservas y Costa Méndez regresa a Buenos Aires.
8 de Abril: Intransigencia: Alexander Haig se entrevista con Margaret Thatcher, quien se muestra intransigente. Argentina crea un puente aéreo para aprovisionar a las tropas destacadas en las Malvinas. Se anuncia que la fuerza naval inglesa navega a la altura de las Islas Azores.
10 de Abril: Haig con Galtieri: El Presidente Galtieri mantiene una reunión con Haig, recién llegado de Londres, mientras tanto se lleva a cabo otra manifestación popular de apoyo a la recuperación de las Islas Malvinas. Galtieri, desde los balcones de la Casa Rosada, dirige la palabra a los manifestantes.
11 de Abril: No a la solución y reflexión Papal: Mientras se anuncia que las conversaciones no han llegado a solución alguna, Juan Pablo II exhorta a ambos países a deponer actitudes extremas. Haig regresa a Londres. Costa Méndez afirma que el diálogo prosigue.
12 de Abril: Bloqueo: Telefónicamente Haig comunica a Costa Méndez, desde Londres, que Gran Bretaña es irreducible. De madrugada, las naves de la Task Force bloquean las islas, en tanto la Flota de Mar Argentina permanece en sus apostaderos.
14 de Abril: Posible salida: Mientras Galtieri comunica telefónicamente a Reagan que existe disposición para encontrar una salida pacífica, Haig regresa a Buenos Aires desde Londres. Allí la actuación de Thatcher recibe el respaldo de la Cámara de los Comunes.
17 de Abril: Más conversaciones: Entre tanto, en Buenos Aires prosiguen las conversaciones de Haig y autoridades nacionales, sin conclusión positiva.
19 de Abril: El TIAR: Costa Méndez anuncia el pedido de aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) ante la OEA y Haig regresa a los Estados Unidos.
20 de Abril: Los Cancilleres: Por 18 votos a favor y tres abstenciones logra la Argentina la convocatoria para una reunión de Cancilleres americanos.
22 de Abril: Inspección: Galtieri procede a inspeccionar las tropas acantonadas en Malvinas.
25 de Abril: Ataques Británicos: Marinos Británicos retoman las Georgias del Sur. 190 prisioneros capturados. Se accidentan dos helicópteros Wessex británicos. El teniente de navío Alfredo Astiz, al mando de los efectivos, firma la rendición, sin haber opuesto resistencia.
26 de Abril: La Respuesta: Hasta la última capacidad defensiva estarán dispuestas para el combate, informa la Junta Militar.
30 de Abril: Los hostiles: Las autoridades argentinas disponen que las aeronaves y buques británicos sean considerados "hostiles". En forma accidental, en Caleta Olivia cae un helicóptero del Ejército Argentino, donde perecen 10 militares.
1 de mayo: Primer ataque aéreo: Se comienzan a conocer a través de informes del Estado Mayor Conjunto las acciones bélicas en el Atlántico Sur. La aviación británica ataca en cuatro ocasiones a Puerto Argentino, helicópteros británicos operan contra Puerto Darwin. Desde las fragatas británicas cañonean Puerto Argentino. Los intentos de desembarcos fueron rechazados por fuerzas argentinas. Una fragata inglesa resulta averiada y cinco aviones Harrier destruidos. La clase 1961 es convocada. El presidente Galtieri, en un discurso dirigido al país, recalca que la Argentina "responderá al ataque".
2 de mayo: El hundimiento del crucero ARA General Belgrano Fuera de la zona de exclusión declarada por los británicos, el submarino atómico inglés Conqueror hunde al Crucero ARA General Belgrano, con un saldo de 323 víctimas entre desaparecidos y muertos. El aviso sobral también atacado, informa que varios tripulantes murieron. Posteriormente se informó que fueron ocho, entre ellos el capitán de la nave.
A continuación el relato del comandante del Conqueror del hundimiento del Belgrano:
"(...)Entré en mi zona de patrullaje , entre las relativamente poco profundas aguas de Burdwood Bank, al sur de las Falklands y las islas de los estados, al sudeste del territorio continental argentino, el 30 de abril. Una de las primeras misiones de un submarino entrando en una nueva zona de patrullaje es establecer las condiciones medioambientales y al alcance de los sonares pasivos.
Al poco tiempo de establecer la patrulla hicimos contacto por sonar con un grupo de barcos hacia el Oeste. Estaba seguro de que estaban a larga distancia y como había muy poco tráfico en la zona decidí acercármeles para establecer contacto visual. El contacto del sonar era constante, 50 millas al este de las islas de los Estados, como si quien quiera que fuese estuviera esperando por algo.
Más tarde antes del mediodía del primero de mayo, retorné a profundidad de periscopio y vi cuatro barcos, los cual identifiqué como el crucero Belgrano con sus dos escoltas, Hipólito Bouchard y Piedrabuena, en proceso de reabastecerse de un buque tanque.
Las normas de combate eran específicas: yo sólo podía atacar buques de guerra si entraban en la zona marítima de exclusión, lo cual estaba a cierta distancia hacia el Este. Fue así como tomamos un ruta en torno del grupo de modo de colocarnos en una posición de seguimiento.
Seguimos al grupo del Belgrano durante 30 horas, todo ese día y esa noche, continuamos el envío regular de reportes mientras ellos se dirigían constantemente en dirección sudeste y luego este, evitando la zona marítima de exclusión por unas 25 millas y conduciendo en simple zigzag, pero dirigiéndose hacia los poco profundos bancos de Burdwood Bank.
En los momentos tranquilos, mientras descansaba en mi cabina, me puse a considerar las siguientes movidas. Éramos el primer submarino en mantener contacto con unidades enemigas y, si bien no me permitían atacar, no tenía dudas de que aquellos en la jerarquía en el Reino Unido debían darse cuentas de las implicancias tácticas de lo que estaban haciendo y formarse la conclusión de que seria militarmente prudente atacar a esas unidades antes de que estas atacaran a nuestra Task Force.

También consideré cómo atacaría cuando llegara el momento, si es que llegaba, de modo de que tuviera todo claro en mi mente. Decidí que atacaría el crucero intentando llegar a unos 1800 metros de él, arrojaría los viejos torpedos M8 porque tienen cabezas más grandes y, por lo tanto, nos darían una mejor chance de penetrar la estructura de metal y las cabinas antitorpedeo, todo en buen estilo de la Segunda Guerras Mundial. Si hubiera podido todavía usar mi segunda opciones de misiles Tigerfish, planeaba atacar tan pronto entraran en la zona de exclusión y antes de que yo tuviera que reducir la velocidad para entrar en la zona de aguas poco profundas.
Esto, sin embargo, no ocurriría . A las 8 del 2 de Mayo, la situación vario. Ellos cambiaron de pronto su curso hacia el Oeste y comenzaron a emprender otro zigzag, en una forma aparentemente sin sentido.
En ese momento se dieron cuenta en casa (Gran Bretaña) de que si el grupo del Belgrano descuida hacer una rápida incursión en la zona de aguas bajas, no podríamos seguirlos a tiempo y ellos podrían ponerse en alcancé para lanzar exocet a los buques Hermes e invisible antes de que pudiéramos tomar una acción para impedirlo. En las primeras horas de la tarde, eventualmente, recibí una señal del comando central de la flota, permitiéndome atacar todo buque de guerra argentino fuera de las agua territoriales argentinas. En pocas palabras, al grupo que estaba siguiendo.

Pasé más de dos horas tratando de alcanzar una posición de ataque sobre la porta babor del crucero, el lado opuesto a sus dos escoltas. Aún era de día. La visibilidad era variable. Llegamos a estar a menos de 1800 metros. Insistí en ir varias veces a la superficie para echar un vistazo, pero cuando estábamos a profundidad de periscopio tenia que reducir la velocidad, así que estábamos perdiéndolos.
Finalmente tuve que ir en profundidad y correr rápido para alcanzarlos. Hice esto cinco o seis veces.

Eventualmente llegamos a la posición. Creo que los escoltas temían un ataque del Norte cuando, en realidad, nosotros estábamos al Sur. El ataque fue a profundidad de periscopio, haciendo contacto visual. Disparamos tres misiles Mark 8 a las 18.57, a una distancia de 1200 metros. Los disparos fueron a intervalos cortos. La finalidad no era tocarlos con los tres misiles en un mismo lugar, si no crear una cobertura, de modo de salvar cualquier error de disparo.
Escuchamos correr a los torpedos gracias al teléfono subacuatico y más tarde escuchamos la explosión. Embocamos con dos de los tres. Todavía estábamos a profundidad de periscopio. Recuerdo ver una bola de fuego naranja en línea con el principal mástil, justo fuera del centro del objetivo, y poco después de una segunda explosión creí haber visto una eclosión de agua, fuego y desechos lanzados hacia delante.
Un enorme vitoreo salió de la sala de control; solo entonces me di cuenta de cuánta gente se había agolpado para escuchar. Mi pensamiento inmediato fue emprender la evasión.
Tras el ataque , sentía al mismo tiempo alivio y excitación por haber sido exitoso. No había tenido dudas de nuestra capacidad, especialmente porque habíamos pasado numerosas coacciones en practicas. Aun así, sentí cierta dosis de alivio al ver que mi equipo había realizado su misión en forma correcta.

Después sentí bastante tristeza por la perdida de vidas. No sabia cuantos habían sido afectados, pero presumía que él numero era considerable. Pero yo estoy persuadido de que hicimos lo justo lo que nos invitaron a hacer y no tendría duda en volver a hacerlo."
4 de Mayo: Hundimiento del HMS Sheffield: Nuevas incursiones aéreas de los ingleses sobre Puerto Argentino y Puerto Darwin. Aviones navales argentinos Súper Etendard, equipados con misiles Exocet, atacan al destructor inglés Sheffield, hundiéndolo, 20 muertos. Sea Harrier derribado sobre Goose Green.
5 de Mayo: Condena: El delegado argentino ante las Naciones Unidas, Eduardo Roca, condena severamente a los Estados Unidos por su apoyo a Gran Bretaña. Se acepta la intervención del organismo como mediador.
6 de mayo: Paso previo: La U.N. propone, como paso previo a la iniciación de las conversaciones, el retiro de las fuerzas de ambos países del archipiélago. Al día siguiente Londres amplia el bloque naval a sólo 12 millas del litoral marítimo argentino.
9 de Mayo: Es hundido el pesquero argentino "Narwal" por la aviación inglesa, quienes también atacaron con cohetes y ametrallaron a las embarcaciones de salvamento. 1 muerto y 13 heridos.
10 de Mayo: Exclusión : Gran Bretaña decreta una zona de exclusión aérea alrededor de la isla Ascención, equivalente a 100 millas náuticas.
12 de Mayo: Desde Southampton: Parten, a bordo del trasatlántico Queen Elizabeth, 3000 soldados británicos hacia el Teatro de Operaciones, entre ellos, un regimiento de "gurkas". Aviones argentinos causan averías a dos fragatas, con pérdidas de dos máquinas y un helicóptero inglés.
14 de Mayo: Regreso: Llegan a Buenos Aires los 189 argentinos capturados en las Georgias. Entre ellos, los trabajadores cuya presencia en el archipiélago generó el enfrentamiento. Ataque nocturno británico en las islas: 11 aeronaves argentinas destruidas en tierra.
15 de Mayo: Embarcaciones británicas cañonean Puerto Calderón, isla de Borbón, afectando a diez aviones argentinos.
16 de Mayo: Acción aérea: Como consecuencia del ataque aéreo británico a barcos mercantes argentinos, resulta hundido el "Río Carcarañá" y averiado el "Bahía Buen Suceso". Nuevos ataques aéreos a Isla Soledad.
17 de Mayo: Por una semana más renueva las sanciones la Comunidad Económica Europea.
19 de Mayo: Misa concelebrada: Mientras los ingleses persisten en el hostigamiento aéreo y con unidades de superficie, el Sumo Pontífice convoca a Cardenales Argentinos y Británicos a concelebrar una misa por la paz.
20 de Mayo: Fracaso: Javier Pérez de Cuellar, Secretario General de la ONU, anuncia que sus gestiones en favor de la Paz resultaron inútiles. El Gobierno peruano presenta una propuesta, que también fracasa. Un Sea King de la Marina británica en "misión secreta" se estrella cerca de Punta Arenas, Chile.
21 de Mayo: Cabecera de Playa: Luego de sufrir daños de magnitud en cuatro fragatas y el hundimiento de la Fragata Ardent (22 muertos), perder tres aviones Harrier y dos helicópteros, los británicos logran establecer una cabecera de playa en Puerto San Carlos.
22 de Mayo: Es abatido un Harrier en Puerto Darwin.
23 de Mayo: Ataque Argentino: Renovados ataques aéreos, con un avión argentino derribado y con pérdidas navales para los ingleses. El día 25 se retiran y se logra el hundimiento de un destructor y un transporte de tropas británico.
24 de Mayo: Es hundida la fragata británica Argonaut. Muere un experto en explosivos al intentar desactivar una bomba que había quedado sin explotar dentro de la Antelope . Los 175 tripulantes abandonan la embarcación.
25 de Mayo: Aviones argentinos averiaron a tres fragatas misilísticas y al transporte pesado "Atlantic Conveyor", el cual se hunde seis días después, 12 muertos. Es bombardeado el destructor "Coventry" con un saldo de 19 británicos muertos. La aviación inglesa ataca Puerto Argentino, pierde tres Harrier.
27 de Mayo: Regresan a Inglaterra 263 sobrevivientes del hundido HMS Sheffield.
28 de Mayo: Reclamo Papal y avance inglés: Un encendido reclamo por una paz justa y honrosa formula Juan Pablo II en Londres, durante su visita. Mientras tanto, las tropas inglesas, engrosadas por nuevos contingentes, cuatro regimiento con un total de 3800 hombres, avanzan sobre Darwin y Pradera del Ganso. Por otra parte, durante una Reunión Del TIAR quedó aprobada una resolución favorable a la argentina.
30 de Mayo: Se informa que la aviación argentina, después de un intenso operativo consigue averiar al portaaviones "Invencible". Londres no confirmó nunca la información.
31 de Mayo: 2 Skyhawk argentinos derribados. Termina de hundirse el Atlantic Conveyor, alcanzado el 25 de Mayo por un misil Exocet.
2 de Junio: Combates, resolución y fracaso: Las gestiones de paz de la ONU volvieron a fracasar. Avanzadas británicas se encuentran a 20 kilómetros de Puerto Argentino y el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas aprobó la resolución 505, que designa mediador a Pérez de Cuéllar. Tropas británicas toman Monte Kent.
3 de Junio: Con los No Alineados: En la Habana, ante los representantes de los No Alineados, el Canciller Costa Méndez pronuncia un discurso.
4 de Junio: Veto: Un nuevo proyecto de cese del fuego es vetado en las Naciones Unidas por los Estados Unidos y Gran Bretaña.
8 de Junio: Desembarco rechazado: La Fuerza Aérea Argentina rechaza un intento de desembarco inglés en Fitz Roy y Bahía Agradable. Son hundidos la fragata Plymouth y los transportes de tropas Sir Galahad y Sir Tristán.
11 de Junio: Llega el Papa: Para convocar a una unión por la paz llega Juan Pablo II a la Argentina, en medio de una fervorosa manifestación. Regresa a Southampton el 'Queen Elizabet 2' transportando 700 sobrevivientes de los hundidos HMS Coventry, HMS Ardent y HMS Antelope.
12 de Junio: Ataque al HMS Glamorgan: Mediante el uso del ITB es alcanzado el HMS Glamorgan, 13 muertos. Las tropas inglesas avanzan hacia Puerto Argentino en búsqueda de la batalla final, tomando 400 prisioneros.
13 de Junio: Penetración: Las fuerzas británicas penetran las defensas argentinas. En Buenos Aires, por la noche, al saberse el epílogo de la lucha, se realizó una manifestación solicitando la "no-rendición".
14 de Junio: Alto el fuego: . En Buenos Aires, al tomar conocimiento de los hechos, en horas de la noche se realiza una manifestación en rechazo a la rendición, en la que se produjeron desmanes y fue reprimida por la policía.
Desde la firma del Acta de Rendición el 14 de junio de 1982, como resultado del conflicto armado, la situación político-jurídica con el Reino Unido por la posesión del Archipiélago y sus adyacencias no ha variado sustancialmente. Nuestro país ha continuado sosteniendo inveteradamente en todos los foros internacionales sus derechos a la soberanía de dichos territorios y su intención de reanudar las negociaciones bilaterales; pero las mismas se ven trabadas, dado que el gobierno inglés se mantiene inflexible en su posición de no avenirse a tratativas que estén condicionadas por la Argentina a la cuestión de la soberanía, a la vez que se afirma en su conocida tesis de que el futuro de las islas debe ser resuelto por los isleños.

Si existe tanto jurídicamente como históricamente una propiedad cuya pertenencia nunca pudo discutirse, esa ha sido es y será el derecho nacional sobre las Islas Malvinas, nuestras Malvinas... En plena concreción de la gesta viril de su recuperación, cuando aún asombrado el cielo azul y austral ve ondear orgulloso a nuestro pabellón celeste y blanco. Pondera con orgullo las glorias históricas pero reconocer los fracasos y errores cometidos, contribuye a fortalecer un sentimiento honesto de autoestima, y nos permite recoger una valiosa experiencia para cuidar y mejorar los beneficios que convienen a nuestra convivencia nacional. Es una responsabilidad insoslayable que compete a todas las generaciones. Nuestras Malvinas no son óptimas. Pero son nuestras. ¿Qué haremos por ella?. Es nuestro turno.

Apoyo de Estados Unidos a Gran Bretaña
La balanza se inclina, mas aún, a favor de Gran Bretaña cuando recibe el apoyo de Estados Unidos, quien le facilita:
1- Información satelital de las posiciones argentinas.
2- Información "secreta" de las operaciones navales realizadas en forma conjunta entre las Armadas argentina y norteamericana, denominadas "UNITAS", donde se le suministró a Gran Bretaña todos los movimientos en guerra submarina y antisubmarina que podría desplegar la Argentina, neutralizando así a nuestra flota.
3- Provisión de sofisticados armamentos, el más importante es el misil agua- aire denominado "SIDEWINDER", con una efectividad de tiro del ciento por ciento. Ello obligó a los aviadores argentinos a volar a muy baja altura para evitar la detección de los radares ingleses, ya que ser descubierto era letal. Muchas de las bombas arrojadas por los pilotos argentinos no explotaron por esta razón, al no tener tiempo suficiente por su espoleta de retardo. Un libro elaborado por la Fuerza Aérea Española - neutral en el conflicto - "Malvinas testigo de batallas" afirma que si todas las bombas depositadas por los argentinos en la flota inglesa hubieran explotado, las tres cuartas partes de la misma hubieran sido hundidas, con lo cual el resultado del conflicto hubiera sido distinto.
4- Apoyo político a Inglaterra y embargo económico a la Argentina.
5-Si bien la Isla "Ascensión" estaba bajo administración norteamericana, es en realidad de propiedad inglesa bajo arriendo de los EE.UU. Pero la facilidad en su utilización por los ingleses habla a las claras de cuál era el aliado norteamericano.
6-Olvido del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que obligaba a sus firmantes a defenderse recíprocamente ante la agresión de cualquier potencia extra- continental. 31 de Mayo al 14 de junio de 1982- En los últimos días del mes de mayo se produce el desembarco inglés en el estrecho San Carlos. Las fuerzas argentinas no atacan a las fuerzas de desembarco inglesas, lo que podría haber causado enormes daños a las mismas. Se suceden hasta el 14 de junio intensos combates, donde los británicos aprovechan el dispositivo estático de las tropas argentinas, atacando cada posición nacional con enorme superioridad numérica, aprovechando sus numerosos helicópteros y artillería móvil. A lo largo de 92 Km de terreno de montaña - distancia que separa a San Carlos de Puerto Argentino- realizan ataques y retrocesos con inmensa cantidad de bajas en sus tropas regulares y especiales. Los soldados argentinos, tan depreciados en su propia Patria, son reconocidos como encarnizados combatientes por el propio comandante de las fuerzas terrestres inglesas, Gral. Julián Thompson, testimonio que puede revivirse en su libro "No Picnic". Sin embargo, la decisión del Gral. Menéndez- Gobernador político y militar de las Islas designado por el gobierno argentino- de no movilizar tropas de refuerzo a las posiciones atacadas y concentrar la mayor parte en Puerto Argentino cerca de su resistencia, hace que de cada una de las posiciones defensivas se enfrente solitariamente con el enemigo, hasta que se produce la caída de Puerto Argentino, el 14 de junio de 1982.

El desenlace.
Al mismo tiempo que el Papa elevaba sus súplicas por la concordia y la paz ante inmensas multitudes, recrudecía en las Malvinas la lucha después del desembarco británico en diversos puntos de sus territorios.
El día 14 de junio las fuerzas británicas presionaban con una manifiesta superioridad en armamentos y en efectivos humanos, en las afueras del Puerto Argentino, capital malvinense.
Al promediar la tarde de ese día el Estado Mayor Conjunto argentino dio a conocer el Comunicado 163, cuyo texto decía: "El Estado Mayor Conjunto comunica que el comandante de la fuerza de tarea británica, general More, conferenció con el comandante militar de las Malvinas, general de brigada Mario Benjamín Menéndez, hoy, 14 de junio de 1982 a las 16 horas. En estos momentos, en la zona de Puerto Argentino, hay un alto el fuego de hecho, no concertado por ninguna de las dos partes".
El mismo día 14, cerca de la medianoche, fue firmada el Acta Final de Rendición del comandante de las fuerzas argentinas de aire, mar y tierra, general Menéndez ante el general J. J. Moore como representante del gobierno británico. El general Menéndez, al firmar, tachó la palabra "incondicional" que seguía a la de "rendición", y otra que resultó ilegible.
Desde la firma del Acta de Rendición el 14 de junio de 1982, como resultado del conflicto armado, la situación político-jurídica con el Reino Unido por la posesión del Archipiélago y sus adyacencias no ha variado sustancialmente. Nuestro país ha continuado sosteniendo inveteradamente en todos los foros internacionales sus derechos a la soberanía de dichos territorios y su intención de reanudar las negociaciones bilaterales; pero las mismas se ven trabadas, dado que el gobierno inglés se mantiene inflexible en su posición de no avenirse a tratativas que estén condicionadas por la Argentina a la cuestión de la soberanía, a la vez que se afirma en su conocida tesis de que el futuro de las islas debe ser resuelto por los isleños

Apostillas de Guerra.
Durante el desarrollo del conflicto ocurrieron algunos hechos secundarios, que si bien no alteraron el desarrollo de las acciones ni fueron suficientemente documentados, no por ello se debe obviar su relato para lograr una completa comprensión de la guerra de las Malvinas.
Al respecto, cabe señalar que Plutarco afirmaba que no es en los hechos más ruidosos donde se manifiesta la virtud o el vicio; muchas veces una acción momentánea, un dicho agudo, una niñería sirve más para probar las costumbres que batallas en las que mueren miles de hombres.
A continuación se presenta el comentario de algunos de estos hechos:
El Aeródromo de Puerto Argentino estuvo operable durante todo el conflicto, pues sólo recibió el impacto de una bomba en una parte lateral de la pista. Sin embargo, los británicos ignoraron este hecho durante toda la guerra.

Esto se debió a que se había dispersado tierra sobre algunos sectores de la pista simulando cráteres de bombas; así en las fotografías aéreas y satelitales parecía que la pista se encontraba mucho mas deteriorada de lo que en realidad estaba. Cabe aclarar que la presencia de estos falsos cráteres no impedía la operación de las aeronaves.
Algunos sectores de la pista estaban construidos con planchas de aluminio. Luego de la rendición, algunas de estas planchas se desmontaron para fabricar refugios para el personal instalado en la zona.
Durante el bloqueo aeronaval, las islas eran abastecidas por un importante puente aéreo que se desarrollaba principalmente de noche. Como la pista de Puerto Argentino carecía de un sistema de iluminación propio, en el momento del aterrizaje se instalaban algunos reflectores que sólo se encendían cuando el avión estaba muy cerca de la cabecera de la pista.
El espectáculo era realmente impresionante pues de repente, en la oscuridad de la noche apenas se veía surgir un pesado Hércules volando a pocas decenas de metros sobre los cerros circundantes. Cuando enfilaba hacia la pista de aterrizaje encendía un reflector tipo buscahuellas y lo movía hasta que su haz encontraba la pista.
Simultáneamente un helicóptero sobrevolaba la ciudad con el objeto de producir el ruido suficiente como para tapar el sonido generado por los aviones, pues se tenía la sospecha de que los kelpers pasaban información a los británicos empleando sus equipos de radio.
Una vez que la aeronave aterrizaba, se procedía a su rápida descarga con la participación de varias decenas de hombres para minimizar el tiempo de estadía en la zona de exclusión. Se observaba que los pilotos llevaban puestos trajes de neoprene, para tratar de sobrevivir en el mar en caso de ser derribados.
Entre los suministros transportados se encontraban algunas cosas curiosas, como por ejemplo servilletas de papel, milanesas, vinagre, pan aún caliente, ejemplares viejos de la revista El Gráfico, etc. Cabe acotar que estas tareas eran dificultadas por el viento generado por las aeronaves, pues en ningún momento se detenían los motores de los aviones, que una vez descargados regresaban rapidamente hacia el continente.
Un verdadero capítulo aparte merecen las denominadas "cartas a un soldado", que se enviaban sin ningún destinatario específico y eran recibidas por cualquier soldado argentino.
Detrás de ellas se encontraban miles de historias: había dibujos realizados por niños de escuelas, estampitas religiosas, tarjetas postales, fotos, cartas de jóvenes, adultos, ancianos, etc. Si bien llegaban cartas de todo el país e inclusive del exterior, muchas de ellas provenían de la Patagonia.

El impacto de estas misivas era impresionante, sobre todo entre los soldados provenientes de regiones aisladas del país, que no recibían correspondencia de sus familiares.
Obviamente, las cartas mas requeridas eran las escritas por chicas adolescentes, preferentemente con domicilio cercano al del soldado.
Los kelpers habían instalado un juego completo de herramientas para la lucha contra el fuego en varias esquinas de la capital de las islas, dado que la mayoría de las casas estaban construidas con madera.
Lo notable del hecho era que estas valiosas herramientas de bronce y de acero se encontraban al alcance de la mano, sin candados, y por lo visto no se tenía el menor temor de que fueran robadas.
Una de las medidas que implementó la Gobernación Militar Argentina fue la de pintar flechas blancas en el piso de las calles, para indicar la circulación de vehículos por el lado derecho, al revés del usado por los kelpers.
Después de la rendición pudo observarse como se encontraba una columna de vehículos argentinos circulando por su derecha con otra columna británica circulando por su izquierda, prevaleciendo finalmente estos últimos por las circunstancias imperantes.
Una de las cosas que más llamaba la atención de los soldados argentinos era la gran variedad de productos que había en las islas, ya que se veían golosinas, cigarrillos y cervezas de distintos países de origen. Sólo después de varios años pudo verse esa variedad en la parte continental argentina. Muchas de esas latas de cerveza se emplearon para construir alarmas y trampas cazabobos.

La medicina en la Guerra de Malvinas.
Para Argentina esta fue la primera guerra efectiva del presente siglo, por lo tanto, no había antecedentes de aplicación de la medicina de guerra en nuestro país, como tampoco médicos que pudieran transmitir sus experiencias en la asistencia de heridos en combate. En Malvinas muchas veces se tuvo que improvisar. El presente artículo trata de sentar un precedente en el estudio de esta medicina tan especial.
El 5 de abril de 1982, el director del Hospital Militar de Comodoro Rivadavia, recibe la orden de trasladar su Hospital a las Islas Malvinas. Este hospital contaba con 30 camas y con capacidad quirúrgica, era un hospital que se encontraba a 1000 Km de las islas.
El 10 de abril este hospital se ubicó en Puerto Argentino en un edificio construido para hotel, y que no fue habilitado por defectos en su estructura edilicia. Con posterioridad este hospital fue constituyéndose en la instalación más importante de la zona de combate, se fue reforzando tanto con personal como con material, hasta contar -al 3 de junio- con 122 efectivos de los cuales 45 eran médicos, 4 bioquímicos. 2 farmacéuticos. 26 enfermeros y el resto soldados con distintas actividades. Tenía una capacidad, en ese entonces, de radiología simple, laboratorio, 6 mesas de operaciones, 6 camas de cuidados intensivos, 5 camillas de reanimación y clasificación de heridos, y capacidad de internación general para unos 70 pacientes que fue llevado a 146, agregándole una tienda de campaña y una casa particular de dos plantas.
El 21 de mayo, debido al desembarco inglés, este hospital cortó todo tipo de comunicación con la Isla Gran Malvina que quedó bajo la asistencia del Puesto Principal dc Socorro dc la Compañía N° 3 que contaba con 11 efectivos, de los cuales 4 eran médicos.
Un bioquímico y otro odontólogo y disponían de 30 camillas en un gimnasio abierto.
Su instalación era muy precaria, disponía de una muy limitada capacidad quirúrgica y escasa vacante para internación.
Además, no tenía posibilidad de evacuación ni abastecimiento. Al sur de la Isla Gran Malvinas -Bahía Fox- se instaló entre un casero un grupo de socorro que contaba con 3 médicos, 1 odontólogo, 2 enfermeros y 3 soldados, poseía 30 camillas ubicadas en dos casas y no tenía capacidad quirúrgica.
Por su parte, en la Isla Soledad, cada una de las unidades desplegadas instaló un Puesto de Socorro y a partir del 1 de junio se pudo disponer en la zona de combate de 2 buques hospitales denunciados e identificados según las normas de la Convención de Ginebra del 12 de agosto de 1949.
Los buques "Bahía Paraíso" y el "Almirante Irizar", el primero desempeñó un papel muy importante en la evacuación desde las islas hacia el continente. Fue útil por ser el más nuevo de la Armada Argentina. Tenía 250 camas de internación, cirugía, laboratorio, radiología, dos puestos de recepción y clasificación de heridos, un helicóptero con capacidad para 8 camillas y una pista de helicópteros construida a último momento. El personal médico lo conformaban 24 médicos y 50 enfermeros.

Las Evacuaciones
La evacuaciones se hacían del frente hacia los Puestos de Socorro a pie (a veces ubicados a varios kilómetros), pues el terreno no permitía el uso de vehículos terrestres, y los helicópteros no se podían usar por el escaso número disponible.
Desde el Puesto de Socorro sé reacondicionaba al herido para continuar viaje en ambulancia u otro vehículo hacia el Hospital Militar de Puerto Argentino. Luego, si era necesario trasladarlo al continente se hacía mediante evacuaciones por agua (buque " Bahía Paraíso) o por aire en los aviones Hércules, hacia los hospitales de Comodoro Rivadavia (dos hospitales civiles acondicionados para recibir a los heridos), al Hospital Militar de Bahía Blanca, al Hospital Naval de Puerto Belgrano y al Hospital Militar de Campo de mayo. Para esta evacuación por aire, desde la llegada del avión (burlando el bloqueo) sólo se contaba con 40 minutos para sacar a los heridos del hospital, ubicarlos en las ambulancias (4 camillas por vehículo, ubicadas a 2 niveles), recorrer los 8 Km. hasta el aeropuerto y trasbordarlos al avión. Por razones obvias de seguridad no se podía anunciar el arribo de estos aviones a Puerto Argentino.
Patologías Atendidas en el Hospital de Puerto Argentino
Durante la existencia de este hospital en Puerto Argentino (12 de abril al 15 de junio de 1982) se internaron casi 2000 pacientes, más del 80% de estos con patologías no relacionadas directamente con los combates.
Las afecciones más comunes fueron: Pie de Trinchera, congelamiento de dedos, infecciones en la piel, anginas, neumopatías, otitis medias supuradas, micosis de piel, infecciones urinarias, apendicitis agudas y desnutrición. Los internados por heridas de combate, conformaban poco más del 10% del total de efectivos destacados en las Islas Malvinas, de los cuales más del 80% pertenecían al Ejército. Y el 70% de los heridos recibidos en este hospital fueron por proyectiles de baja velocidad, correspondientes a esquirlas de munición de artillería y de bombardeo aéreo. Además, los atendidos en el Hospital de Puerto Argentino en un 75% fueron conscriptos, mientras que el 20% fueron personal suboficial y sólo el 5% oficiales.

Resucitación y Cirugías realizadas en Malvinas
A partir de la experiencia quirúrgica en el Hospital Militar de Puerto Argentino, se puede afirmar que se debe cambiar de mentalidad, de hábitos y de técnicas.
El tratamiento del herido de guerra debe incluir una serie de prioridades como ser la resucitación, la que debe hacerse simultáneamente con la clasificación. La resucitación debe incluir la limpieza o expedición de la vía aérea, lograr la respiración adecuada, detener las hemorragias y colocar una o varias líneas endovenosas para combatir el shock mediante la expansión de volumen circulante.
Además, se debe considerar, dogmáticamente que toda herida de guerra está infectada, y por lo tanto se deben administrar antibióticos en forma rutinaria como complemento de la cirugía.
Por último, esta experiencia adquirida en la guerra de Malvinas, nos dice que se debe incluir un médico anestesista en el equipo de recepción y clasificación, algo fundamental para aplicar las medidas de reanimación.
Queda por acotar que las cirugías menores (y otras no tanto) se practicaban íntegramente en el Hospital Militar de Puerto Argentino.
Mientras que aquellas que requerían de mayor infraestructura y/o tratamiento, se realizaba el tratamiento inicial en este hospital de las Islas Malvinas para luego ser complementado en el Hospital Militar de Campo de mayo, que tiene la infraestructura suficiente como para realizar las intervenciones de alta complejidad.
La noche en que los argentinos no durmieron.
Una de las situaciones más claras sobre el poder de los medios de comunicación y el gran sentimiento argentino quedo demostrado a través de la gran cadena solidaria que se realizo en nuestro país cuando desde ATC se convoco a todo el pueblo argentino para ayudar a nuestros soldados.
Durante 24 horas y media, ATC convocó, y logró, la generosa solidaridad de todos los argentinos. Se recaudaron 22 mil millones de pesos y 40 kilos de joyas. Las máximas figuras de la política, la ciencia, el deporte y el espectáculo estuvieron presentes.
Estuvo conducido por Pinky y Cacho Fontana.
Mas allá de las grandes figuras reconocidas que mostraba la pantalla chica, lo que se generó en aquel momento fue un enorme sentimiento patrio y solidaridad inconmensurable de todo el pueblo argentino que se puso de manifiesto desde cada rincón de nuestro territorio, cuando cada habitante entregaba, lo mucho y lo poco que tenia, era emocionante ver a las abuelas tejer largas bufandas para los soldados, ver como entregaban sus joyas, que mas que un valor económico tenían un gran valor afectivo, millones de personas se unieron en esta gran cadena solidaria donde se enviaron toneladas y toneladas de artículos comestibles no perecederos, mucho chocolate, ropa de abrigo, todo lo que se pueda imaginar. En cada pueblo, en cada ciudad, se ponía de manifiesto esa mezcla de solidaridad con euforia triunfalista, impulsada desde las imágenes de la televisión por donde se veían figuras como Libertad Lamarque, Jorge Porcel, Hayde Padilla, Lolita Torres, Carlos Monzón y Alicia Muñiz entre otras grandes figuras

¿Que decían los medios?
Revista 10 del 6 de abril de 1982. En su tapa titulaba: "Como se lucho y se vive en las Malvinas" Historia secreta del " Operativo Soberanía"
Revista Gente del 6 de mayo de 1982. En su tapa titulaba: " Martes 16:10 horas. Puerto Darwin. Islas Malvinas. Soldados Argentinos esperan posibles Desembarco. Sin embargo, solo se registra un ataque aéreo, dos aviones ingleses son abatidos"
"Estamos Ganando"
Revista Gente del 6 de junio de 1982. En su tapa titulaba: "A la Argentina en guerra llega Juan Pablo II, ahora viene por nosotros"
Revista Gente del 17 de junio de 1982. En su tapa titulaba: "Bahía agradable, los ingleses entierran en una fosa común a sus caídos en el desembarco"

"Inician la Reconquista de las Malvinas", titulaba Clarín.
"Se inician las operaciones en el Sur para respaldar la soberanía nacional", informaba La Nación.
"La Razón" en su primera edición vespertina, aprovechando la confirmación de los hechos pudo encabezar la publicación: "Las Malvinas en manos argentinas. Hoy es un día de gloria"La noticia retumbaba en todos los medios; después de casi un siglo de usurpación británica las FF.AA. Argentinas recapturaban el archipiélago austral. Por la mañana de ese 2 de abril varios ministros del gabinete nacional habían arribado temprano a la Casa Rosada. Algunos con cara de sorprendidos ante las informaciones que brindaban las emisoras radiales. En efecto varios de los responsables de las carteras no estaban al tanto de lo ocurrido por la madrugada. Fueron recibidos por el Presidente Leopoldo Fortunato Galtieri. El comandante del Ejército no abundo en detalles sobre el operativo concretado en el Sur, delego la responsabilidad en el Ministro de Relaciones Exteriores, Costa Méndez, que explico a los presentes las características de la acción militar que había cumplido el objetivo de reconquistar Las Malvinas.

La visita del Papa Juan Pablo II.
Ante la extrema gravedad de la situación, el Sumo Pontífice decidió viajar de inmediato a la Argentina, lo cual "configura -según se estimó en círculos vaticanos- un dramático gesto de paz sin precedentes en la historia del Pontificado Romano".
El Papa llegó a Buenos Aires el 1 de junio, permaneciendo en el país dos días, durante los cuales desplegó una intensa actividad que comprendió, fundamentalmente, una prolongada entrevista con la Junta Militar y con el presidente de la Nación, dos misas concelebradas por él mismo y los cardenales, que congregaron centenares de miles de Fieles. Una de ellas en Palermo y la otra, en Luján. Durante esos actos y otras apariciones ante la multitud, el Papa pronunció conmovedoras alocuciones en español, instando a toda la Nación a orar por la paz.
En el momento de disponerse a partir hacia Roma, el Sumo Pontífice mantuvo una conversación a solas con el presidente Galtieri, cuyos términos no trascendieron.

Reflexión:
¿A que vino el Papa? Juan Pablo II fue y es indudablemente una de las figuras más importantes del mundo actual. Su visita durante la guerra de Malvinas fue un acontecimiento de trascendencia y ha despertado expectativas e interrogantes a varios observadores políticos, que independientemente de sus creencias religiosas, vieron, por ejemplo, con simpatía la defensa de los derechos humanos hechas por el Papa durante esos años de dictadura en nuestro país.
En este punto quiero ser profundamente respetuoso de las creencias religiosas de muchos católicos, aunque no las comparta.
Pero tengo la necesidad de expresar mi parecer ante esta visita que fue evidentemente, no un acontecimiento religioso, sino un hecho político.
Mas allá de los métodos y las características del gobierno de turno que encaro este conflicto, la argentina libró una causa justa.
La Argentina no había ocupado ni Londres ni Nueva York, sino que estaba defendiendo su propio territorio invadido por el imperialismo.
En el mundo no deberían haber quedado neutrales frente a esta guerra, todos tuvieron que sacarse la careta. El primero fue Haig (secretario de estado de Estados Unidos), que llego a Buenos Aires disfrazado de negociador neutral y después termino al lado de Inglaterra. El hecho se mostraba clarito, o estabas con Argentina o con el imperialismo.
Entonces, ¿de qué lado estaba el Papa?
Sin la intención de herir los sentimientos de los católicos, siento la necesidad de expresar mis sentimientos ante esta situación: el Papa estuvo contra la Argentina y del lado del imperialismo. Fue otro emisario que, bajo un falso manto de neutralidad, vino a presionar por otros medios lo que no logro el "neutral" Haig: la rendición argentina.
Llego a esta conclusión porque no encontré en ningún material que el Papa halla dicho que las Malvinas son argentinas y que estábamos siendo agredidos por los británicos colonialistas que fueron, además, asesinos de pueblos enteros, los ejemplos más claros son lo que hicieron con África y la india.
¿Cuándo y donde dijo estas simples verdades?
Por el contrario ha estado 6 días en Inglaterra, en un gesto que todo el mundo interpreto como de apoyo a Londres (recordemos que el Papa había suspendido su visita a la Argentina mientras no se firmara el acuerdo del Beagle y subsistiera el peligro de guerra con Chile. En ese entonces el Papa no quiso suspender su visita a Inglaterra, país que ha iniciado una brutal guerra de agresión contra la Argentina. ¿Si esto no es apoyo como se puede ento0nces calificarlo?
En el diario Clarín, en su edición del día 29 de mayo de 1982, muestra como el Papa al visitar la reina de Inglaterra, se despidió diciendo bien alto y para que todo el mundo tomara debida nota: "Dios bendiga al Príncipe Andrés".
¿Por qué el Papa no ha repudiado, por ejemplo, el veto de Estados Unidos y Gran Bretaña al cese del fuego al consejo de seguridad? No solo no repudio a Reagan que veto el cese del fuego, sino que días después lo recibió en el Vaticano. Juan Pablo II hizo encendidos elogios del imperialismo Yanqui: "Estados Unidos, dijo, esta en una espléndida posición para ayudar a toda la humanidad a disfrutar de todo lo que esta destinado a poseer".
Por supuesto, Estados Unidos, ayudo a Inglaterra a "poseer" Las Malvinas para sí " disfrutar" juntos de una base militar que domina todo el Atlántico sur.

FIN
Fuente: http://www.monografias.com/

0 comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario. Gracias!!!