Piropos religiosos

- ¡Que Dios te guarde y me mande la llave!

- Cuando Dios creó el mundo lo encontró perfecto, pero luego te formó a ti y el mundo quedó perfecto.

- Cuando llegaste supe que el cielo existía, cuando te fuiste descubrí el infierno.

- Anoche fui a la iglesia y un pecado cometí, en vez de pensar en Dios me puse a pensar en ti.

- No entiendo cómo Dios te ha dejado caer, angelito lindo.

- No tengo alas para ir al cielo, pero tengo palabras para decirte: Te quiero.

- Las olas se estrellan contra las rocas, y yo quiero estrellar mis besos en los labios de tu boca.

- Si Dios segara toda fuente de luz, el universo se alumbraría con esos ojos que tienes tú.

- Si amas a Jesús que murió por mucha gente, ¿por qué no me amas a mi que muero por ti solamente?

- El amor que puse en ti, tan firme y verdadero, si lo hubiera puesto en Dios, me hubiera ganado el cielo.

- A la Virgen milagrosa, de rodillas le pedí, que tú me quieras tanto como yo te quiero a ti.

- Amor mío, cuando naciste el cielo se puso triste pues un ángel se perdió y lo he encontrado yo.

- Dios quiso que el mar se juntara con el río, por eso a Dios yo le pido que también junte tus labios con los míos.

- Angelito, ¿no te dolió cuando te caíste del cielo?

- Con un trocito de cielo, Dios hizo tu personita, y mirando hacia la tierra, dijo: Ahí va una cosa bonita.

- Sólo Dios que es infinito puede entender cuanto te quiero.

- Sueña el cielo con las estrellas, sueña el agua con el río, sueñan los ángeles con Dios, y mi corazón contigo.

- Dicen que el amor es un infierno pero yo cuando te veo digo: ¡que me lleve el diablo!.

- Bendigo el nombre de Dios por haberme permitido observar en vida lo más hermoso de su creación.

- Si Dios un día cegara toda fuente de luz, el universo se alumbraría con los ojos lindos que tienes tú.

- Dios bendiga el árbol del cual tomaron la madera para hacer la cuna que te meció.

- Si Dios creó el paraíso y lo hizo tan bello, qué cerca tuviste que pasar para llevarte tan vivo reflejo.

- Quererte como te quiero y no poderte besar es el castigo más grande que Dios me ha podido dar.

- Estoy por crear una nueva religión y me hace falta una diosa, ¿no quieres ser tú?